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El Open Arms rompe el veto de Salvini y entra en aguas italianas

El barco de Open Arms puso ayer rumbo a Lampedusa, donde estaba previsto que llegara de madrugada, después de que la Justicia italiana le permitiera entrar en sus aguas territoriales tras cancelar la prohibición de Matteo Salvini, de quien, no obstante, depende el desembarco de los 147 migrantes a bordo.

La Justicia italiana permitió ayer al barco humanitario de la ONG catalana Open Arms entrar en aguas territoriales italianas con las 147 personas rescatadas en el Mediterráneo a bordo sin la amenaza de ser retenido ni de pagar multas millonarias, aunque no tenía un puerto asignado para atracar. Tras permanecer durante 14 días en aguas internacionales frente a las costas de Lampedusa, el barco puso rumbo a la isla siciliana ya que era el puerto más cercano.

Fuentes de la ONG en Italia explicaron a Efe que el barco se dirigía anoche a Lampedusa, donde estaba previsto que llegara de madrugada, con la «intención de permanecer en estas aguas territoriales, pero no desembarcar», ya que la autorización para que rescatados y tripulación pisen tierra es competencia del ultraderechista Matteo Salvini, en su condición de ministro de Interior.

Salvini, que mantiene un pulso firme contra la inmigración ilegal, podría ordenar que queden bloqueados a bordo de la embarcación. Ya lo hizo en agosto de 2018, cuando mantuvo retenidos durante más de cinco días a un centenar de migrantes frente a las costas de la ciudad siciliana de Catania, lo que le valió la apertura de una investigación en Italia, aunque su socio de Gobierno, el M5S, impidió que se levantara su inmunidad para ser juzgado.

«Evidente dificultad»

El Open Arms consiguió ayer romper el veto de Salvini, que mantiene los puertos cerrados y ha impulsado una ley antiinmigración que multa a las ONG que entran en aguas italianas, tras ganar el recurso presentado ante la Justicia italiana.

El Tribunal Administrativo Regional del Lacio decidió ayer permitir su ingreso en aguas territoriales italianas por la situación de «evidente dificultad» en la que se encontraba el barco. Explicó que «la situación de gravedad y urgencia excepcionales» justifica el permiso de entrada en aguas italianas «para que las personas rescatadas reciban atención médica».

Pero Salvini anunció que volvería a firmar otra prohibición en horas. Señaló que se está urdiendo «un plan para volver a abrir los puertos italianos y convertir a Italia en el campo de refugiados de Europa», algo que prometió que no consentirá.

El fundador de la ONG, Óscar Camps, aseguró que pedirá la evacuación inmediata por «motivos médicos», pero que no desembarcarán sin el permiso de las autoridades. «Buscamos la legalidad absoluta», resaltó antes de explicar que iban a buscar «abrigo» en Lampedusa, a unas 30 millas, ante el empeoramiento del tiempo.

Con todo, Camps esperaba que la solución para los 147 inmigrantes del Open Arms fuera de horas, no de días y confió en que el Tribunal de Menores de Palermo les dé la razón en cuanto a los 31 menores presentes en el buque y que han pedido asilo.

Fuentes del Ministerio de Interior aseguraron que la decisión de la Justicia solo afecta a la prohibición firmada por Salvini contra el Open Arms, por lo que sigue vigente la ley antiinmigración que multa a las organizaciones humanitarias con migrantes a bordo. Así, el Ocean Viking, con 356 personas rescatadas a bordo, sigue esperando a que algún país le autorice la entrada en un puerto seguro.

Además, el ministerio ha informado en una nota de que Salvini se dispone a presentar un recurso urgente ante el Consejo de Estado por esta decisión judicial y también firmará una nueva prohibición para impedir al barco entrar en aguas territoriales de Italia.