M.I.
A 47 METROS 2

Los tiburones siempre vuelven en vacaciones

H ay un tipo de ficción en el cine que no deja de ser una prolongación de los canales de YouTube dedicados a los deportes de riesgo y aventura, con los consiguientes desafíos de supervivencia u otras temeridades varias. Nadie discute que el pionero en adelantarse a la moda del terror provocado por los grandes escualos fue Steven Spielberg con “Tiburón” (1975), película que cuenta con una interminable descendencia bastarda, que se sigue reproduciendo en la cartelera veraniega cada nuevo año con varios títulos a la vez. Sin ir más, lejos el próximo viernes se estrenará “Infierno bajo el agua” (2019) de Alexandre Aja.

La existencia de “A 47 metros 2” (2019) como secuela viene justificada porque la primera entrega de esta franquicia británica recaudó 61 millones de dólares, habiendo costado tan solo 5 millones y medio. Para la continuación se han cuidado muy mucho de hacer notar el cambio de localizaciones, que del México original pasar a Brasil, a la costa de Recife. Ya no se abusa tanto del recurso de la jaula para submarinistas, sino que el grupo de excursionistas protagonista queda esta vez atrapado en unas ruinas bajo el agua, las cuales conforman un laberinto de difícil escapatoria, más cuando los tiburones habitan el lugar y se han convertido en sus guardianes asesinos.