El principal líder opositor de Zimbabue, Nelson Chamisa, prometió que las protestas contra el Gobierno de Emmerson Mnangagwa continuarán después de los incidentes registrados ayer en Harare tras la prohibición de una marcha opositora.

Cientos de personas se congregaron cerca del punto previsto para la manifestación a pesar de que el recurso presentado por el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) de Chamisa contra la prohibición de seguir adelante con la protesta había sido desestimado y la formación la había desconvocado.

La Policía empleó gases lacrimógenos y porras para dispersar a los manifestantes. y peinó las calles de la capital en busca de posibles partidarios de la oposición. «Tras unas pocas escaramuzas, la normalidad ha vuelto a Harare. Las fuerzas de seguridad siguen en alerta máxima y desplegadas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y las propiedades», aseguró el Ministerio de Información. «Esto no es el fin sino el principio», afirmó Chamisa, explicando que el MDC, busca «activar las calles» hasta que se resuelvan los problemas que aquejan al país. «Habrá acciones pacíficas en otras ciudades y en Harare», señaló resaltando que su partido ha evitado «sangre en las calles», tras evitar la confrontación, vía por la que, según él, parece haber optado el Gobierno. Chamisa reclama reformas profundas un mecanismo de transición.