GARA
MONTEVIDEO

Hallan en Uruguay restos óseos de posibles desaparecidos en la dictadura

Un equipo de antropólogos forenses encontró el martes restos óseos en un predio militar en el que funcionó un centro clandestino de detención y tortura durante la última dictadura en Uruguay (1973-1985). No es el único hallazgo de desaparecidos en este recinto.

Restos óseos que podrían pertenecer a detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico-militar de Uruguay (1973-1985) fueron hallados el martes en Montevideo dentro del recinto de un batallón del Ejército.

El ministro uruguayo de Defensa Nacional, José Bayardi, explicó a la prensa que el hallazgo se produjo en el Batallón número 13 –ubicado en el norte de la capital–, uno de los predios investigados por posibles enterramientos de detenidos durante la dictadura.

«El equipo de antropología va a seguir trabajando para tratar de extraer todos los restos que se pueda», señaló.

Según algunas estimaciones, a día de hoy habría en torno a 200 personas desaparecidas tras la dictadura uruguaya, entre hombres, mujeres y niños.

Este no es el primer hallazgo en el Batallón número 13, ya que allí se están llevando a cabo trabajos desde 2005, año en el que se localizaron los restos del militante comunista Fernando Miranda, padre de Javier Miranda. presidente de la coalición en el gobierno, Frente Amplio (FA). En 2006 se encontraron los restos del también militante Ubagesner Chaves Sosa, mientras que en octubre de 2011 se encontraron los del maestro y periodista Julio Castro.

«Esta es una zona cautelada judicialmente desde el año 2011. Acá ya se venía trabajando y en el marco del trabajo que ya venían haciendo los antropólogos aparece este hallazgo en el día de hoy –por el martes–», recordó Bayardi.

Los antropólogos están tratando de concluir si esos hallazgos óseos son restos aislados o se consigue extraer algún esqueleto. «Esto tiene una sensibilidad muy particular con la sociedad en su conjunto y ni que hablar para los familiares de detenidos desaparecidos, por lo que cualquier información que brindemos va a ser acotada a lo que determinen la jueza y los antropólogos», subrayó.

El sitio del hallazgo fue sede de un organismo que coordinaba las acciones represivas y estuvo «destinado al tormento de los presos políticos», remarcó el abogado del grupo de Familiares de Detenidos Desaparecidos Pablo Chargoña sobre el centro clandestino de detención conocido como «300 carlos», en plena capital.