Ion SALGADO
GASTEIZ

Suspendidas tres visitas a presos vascos en los últimos seis días

Etxerat denunció ayer que en los últimos seis días familiares y amigos de tres presos vascos han visto suspendida la visita que iban a realizar después de haber realizado cientos de kilómetros.

El miércoles, en la prisión de Logroño, el padre Santi Aragón, de 84 años, no pudo ver a su hijo después de ser marcado por un perro del control de drogas. En una ocasión anterior, fue obligado a desnudarse para ser sometido a un cacheo integral y esta vez «no estaba dispuesto a sufrir la misma humillación».

El día 24, fueron los familiares de Imanol Miner, prisionero en Granada, quienes no pudieron hacer la visita al no constar, según indicaron los funcionarios, la autorización para uno de ellos. Y un allegado de Txuma Altable, preso en Castelló, no pudo ver al represaliado por llegar a la prisión con menos de una hora de antelación a la visita.

La asociación denunció que estos casos evidencian que «el daño causado a los familiares por la actual política penitenciaria, no solamente continúa activo, sino que es muy fácil de agravar por las arbitrariedades y la falta de garantías a que se ven expuestos».