Emiratos Árabes Unidos (EAU), la segunda potencia del Golfo en la coalición internacional en la guerra de Yemen, aseguró haber llevado a cabo los ataques aéreos contra «organizaciones terroristas» que atacaron a las fuerzas de la coalición liderada por Arabia Saudí en el aeropuerto de Aden.

El presidente yemení en el exilio, Abdo Rabbu Mansur Hadi, urgió a Ryad a que intervenga para detener la interferencia de EAU y el apoyo a los separatistas luchando por el poder en la estratégica capital del sur.

Su Gobierno, reconocido internacionalmente, anunció el miércoles, haber recuperado el control del palacio presidencial de Maashiq y sus alrededores en Aden, incluido el aeropuerto internacional, después de que los separatistas &dcThree;sudistas se hicieran con el control de la urbe a mediados de agosto en una ofensiva en la que contaron con el apoyo de cientos de carros de combate emiratíes.

Las tropas leales al presidente Hadi avanzaron sin dificultades el día 28 y también arrebataron a los separatistas sureños el control de Zinyibar, la capital de la provincia sureña de Abian, a 60 kilómetros al este de Aden.

Un día después, las milicias sudistas del Consejo de Transición del Sur anunciaron haber vuelto a recuperar el control de la ciudad de Aden amparadas en unos bombardeos emiratíes que habrían dejado al menos 40 bajas mortales entre las fuerzas progubernamentales.

La agencia china Xinhua aseguró que el objetivo de los bombardeos de la satrapía que reúne a siete emiratos del Golfo era las milicias progubernamentales del partido islamista Al-Islah, filial yemení de los Hermanos Musulmanes a los que los Emiratos considera sus grandes enemigos internos suníes.

Atentado de agosto

Los sudistas acusan a Al-Islah de complicidad con el ataque huthí con un misil contra un desfile militar en Aden en el que murieron 36 militares, incluido un comandante de alto rango. Desde entonces exigen al Gobierno en el exilio que expulse a los islamistas para salvar la coalición.