GARA
LONDRES

Masivas protestas en contra del «golpe a la democracia» de Johnson

Decenas de miles de manifestantes salieron ayer a las calles de varias ciudades británicas para «resistir» ante el «golpe a la democracia» que, según afirman, el nuevo primer ministro, Boris Johnson, que no ha sido electo, ha dado al suspender el Parlamento para poder así forzar su agenda por un Brexit sin acuerdo.

Londres, Manchester, Birmingham, Brighton, Liverpool, Bristol… las principales ciudades inglesas fueron ayer testigos de unas masivas marchas de protesta bajo las proclamas de «¡Parar el golpe!» y «¡Defender la democracia!». Paralelamente, se anunciaron próximas protestas en Ámsterdam, Berlín y Riga.

Organizadas por diferentes movimientos, entre ellos Momentum, la campaña de base que aupó al líder laborista Jeremy Corbyn, y popularizadas mediante redes sociales, congregaron a decenas de miles de personas escandalizadas por lo que consideran un «abuso de poder» ante el cual quieren «resistir para tener la palabra», para que se les «tenga en cuenta» ante la que consideran una de las decisiones más decisivas de la historia de su país.

Muchos de los manifestantes llevaban carteles hechos a mano que caricaturizaban a Boris Johnson como «un dictador» que ha socavado la vieja democracia parlamentaria británica y ha laminado al Parlamento, dejándolo sin capacidad legislativa para sacar adelante su agenda favorable a un Brexit sin acuerdo, algo a lo que se oponen la mayoría de los parlamentarios.

Y es que, ironías de la vida, uno de los argumentos favorables al Brexit, una de sus promesas, era el de la restitución de la soberanía de la Cámara de los Comunes, tomar el control sobre las leyes. Con la Cámara ahora suspendida y con un Brexit sin acuerdo que no tiene asegurado el apoyo parlamentario, los ánimos están muy encendidos. A ello contribuye también la idea de que el Brexit que defiende Johnson podría acarrear un desastre económico y un debilitamiento internacional.

Un país dividido

Ayer confluyeron en las marchas gente de todos los colores y pasiones. Desde aquellos a quienes no les gusta Johnson hasta los que creen que ha dado un «golpe de estado», desde los partidarios de un Brexit con acuerdo hasta los que no quieren un Brexit de ninguna manera.

Y ese es un buen recordatorio de que Gran Bretaña está profundamente dividida sobre cuál es el significado de la democracia, con las pasiones a flor de piel. No solo es cuestión de remainers (partidarios de permanecer en la UE) contra leavers (partidarios de salirse). De hecho, muchos leavers acudieron ayer a las protestas y mostraron su indignación porque consideran que nunca votaron por un Brexit sin acuerdo.