El Ibex cerró la última sesión de la semana sin poder asaltar el nivel psicológico de los 9.000 puntos. Aun así, acumula un avance del 2,01% en las últimas cinco sesiones. Ayer cedía un testimonial 0,03%, por lo que saldrá el próximo lunes con 8.990,10 puntos. Las grandes bolsas europeas, por el contrario, pudieron alargar la inercia positiva desatada por la rebaja de la tensión comercial y la paralización del Brexit duro en el Parlamento británico. Fráncfort avanzó un 0,54%; París, un 0,19%; y Londres, un 0,19%. Solamente Milán (-0,04%) acompañó al Ibex con su cierre negativo.

Los inversores tenían ayer marcado en su agenda el dato de empleo de EEUU del mes de agosto. Finalmente, tuvo un balance mixto. De un lado, se crearon 130.000 empleos, frente a los 160.000 esperados. Este desajuste negativo en el pronóstico se compensó con el mantenimiento de la tasa de paro en el 3,7% –solo una décima más del mínimo histórico desde 1969 fijado en abril– y la subida de los salarios, tanto en la comparativa interanual como en la mensual. Muchos analistas ven en este dato otro argumento para que la Fed decida este mes otra rebaja de los tipos de interés.

Dentro del Ibex, algunos valores se vieron perjudicados por la toma de beneficios acumulados en la semana. Así, Sabadell restaba un 1,43%; Bankia, un 1,21%; Caixabank, un 1,06%; Bankinter, un 0,69%; y BBVA, un 0,13%. También pasaron por caja inversores posicionados en ArcelorMittal (con -0,12%), Acerinox (con -0,87%) y Cie Automotive (con -1,06%). El mejor del índice fue Indra (+4,69%), elegido coordinador español en el nuevo avión de combate europeo en detrimento de Airbus, que había dirigido hasta ahora el proyecto Eurofighter. Meliá (-4,26%) registró la mayor bajada.