Olga Saratxaga Bouzas
GAURKOA

Forekin bat!

Aun cuando la facultad para establecer análisis basados en la propia consciencia nos sea incesablemente cuestionada por el grupo dominante, hay determinados estadios del proceso vital en los que no podemos eludir la realidad: nos corresponde decidir si rendirnos o continuar soñando. No habremos aprendido la función de la experiencia (adquirir conocimiento y contrastarlo) si antes de aplicar la mecánica del conformismo no trabajamos el discernimiento y evaluamos los relatos construidos desde la táctica del engaño, con el ánimo de mostrar la evidencia de por qué se construyen.

Ya en la última década del siglo XX, los aparatos del Estado introducen un nuevo formato represor para criminalizar a sectores de la sociedad vasca, que supondrá uno de los entretenimientos preferido de Aznar: cerrar prensa vasca, contraviniendo el principio de contradicción, por el cual «nada puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido».

El ataque a “Egin” fue el inicio de un ensañamiento político a proyectos editoriales de izquierda críticos con el sistema, deliberadamente orquestado por el Gobierno, tête à tête con el poder judicial y Garzón a la cabeza. El actual cargo económico, adjudicado a las arcas de GARA, de la deuda contraída en su momento por la anterior editora, hace pensar que la afrenta contra el ejercicio del análisis crítico persiste, y de ahí el mencionado agravio a su línea informativa. Lo que indicaba e indica una falsa separación de poderes. En su terco afán por vulnerar derechos, dentro de los estamentos del poder se han ideado nuevas metodologías de control y dominación del activismo político-social: macrosumarios y auditorías dirigidas a estigmatizar colectivos y plataformas consolidadas en favor de la cultura y lengua vasca, entre otras parcelas civiles.

Vivimos de nuevo sombras en rojo y gualda sobre la tierra de Mari y Sugaar, a la manera cotidiana de hacer sangre y lucro partidista: héroes de la modalidad española construyendo juicios políticos y sentencias ideológicas para confrontación y división de la sociedad vasca.

El conflicto vasco lleva décadas proporcionando buenos resultados a las estructuras del Estado español. Su poder judicial tiene potestad arbitraria y nadie penaliza su gesta de venganza. Acontece sobre el sujeto ciudadano un claro resentimiento que no parece modificable a pesar de las supuestas alternancias de cargos, teñido de impunes sentencias claramente identificables como argucias para contrarrestar el trabajo social de convivencia y paz realizado.

De este modo lo demuestra el sumario 11/13: 47 personas incriminadas. Profesionales que trabajan en el acompañamiento de presos y familiares vascos, convertidos en reos de la democracia.

Uno de ellos es Alfonso Zenón Castro (Fo). Conozco a Fo desde siempre; a su compañera, Itziar; a sus hijos. Conozco a su ama y a su aita; a sus hermanos. Conocí a sus amamas y a sus aitites.

Fo y yo nacimos en la misma tierra minera, nos despertó el interés político el mismo socialismo, la misma voluntad de un mundo sin desigualdades de clase ni opresores. Nos perturbó del poder, su infamia y capacidad de manipulación grotesca; el alcance de su desprecio a los derechos humanos fundamentales. Febrero de 2003 fue un ejemplo flagrante, cuando Euskal Herria despertó con la guardia civil apuntando su revolver hacia la palabra escrita de “Euskaldunon Egunkaria”. Fuimos parte de la plataforma Egunkaria aurrera de apoyo al diario tras su cierre, y encarcelamiento y torturas de parte de su dirección, por el hecho de ser editado íntegramente en Euskara, y lo que esto suponía para la identidad vasca...

Hoy, tenemos “Berria”, y seguimos compartiendo sueños de libertad para este «gazta zati bat» que somos en el mundo. Amamos nuestra lengua, la complejidad de su lingüística, la calidad declinativa de su morfología. Aspiramos a decidir lo mejor para nuestro pueblo, sin que nadie nos lo imponga. Creemos en la justicia (elemento de equidad por naturaleza etimológica), en la expresión y la palabra de las urnas, en la democracia real participativa, en la multiculturalidad, en el abrazo de los pueblos oprimidos.

Suficientes motivos personales para acompañarle a él y su familia en esta cuerda floja que transita. Por eso estaré en Bilbo este sábado 14, denunciando el macro sumario 11/13 y las estratagemas políticas que empañan las directrices de este nuevo tiempo en Euskal Herria.

Este esbozo del contexto actual legitima mi colaboración en la plataforma Forekin bat que en su pueblo y el mío pusimos en marcha hace meses para demostrar a Alfonso nuestro respaldo en estos difíciles momentos. Justifica mi presencia en la reivindicación festiva del pasado sábado 7 en Muskiz, en torno a él y su causa, con una participación ciudadana emocionante: música, poesía, aizkolaritza local, aurresku, el movimiento feminista, colectivos juveniles, de defensa del medio ambiente y cientos de personas que a nivel individual quisimos reafirmarle a Fo que no está solo.

Se acerca el lunes 16 de setiembre: el comienzo del macrojuicio contra 47 personas encausadas por ejercer la disciplina laboral en la que se formaron: medicina, psicología, derecho... Un día más, desde que se inició el sumario, la zozobra habita en cada una de ellas, en sus familias y en sus entornos de amistad y profesión.

Mañana, podríamos ser cualquiera de nosotras, bajo cualquier cargo de este juego macabro de ruleta rusa a la española: ayuda civil humanitaria, comentarios inadecuados en redes sociales, quienes firmamos artículos de opinión...

Hay quienes, amantes del odio, tienen la fuerza para establecer y sistematizar la represión a través de medidas asimétricas, habitualmente aplicadas en estados de excepción encubiertos. Algunas otras somos mediadoras de la justicia; tenemos la fortaleza de la solidaridad: «No hacen falta alas para alzar el vuelo».

Konponbide garaia da. Irabazi arte, Forekin bat!