Curro VELÁZQUEZ GAZTELU

FRAC: «Nuestra propuesta es como el carnaval en la calle»

La Fundación de Raperos Atípicos de Cádiz (FRAC), tras su periplo andaluz, estará de nuevo por Euskal Herria para terminar su gira estival. Hoy en las fiestas de Dulantzi, y el 27 en Abetxuko con el formato que tiene uno de los componentes de la FRAC: «Cadipsonians».

Para la FRAC, Euskal Herria es su segunda casa. Hay una conexión absoluta entre este colectivo «atípico» y el país de los vascos. En boca de ellos, «la FRAC va más allá de un grupo de música, es un punto de encuentro, es militancia. Es una forma de vida, una manera de viajar, de explorar y conocer territorios».

«Empezó sin ninguna pretensión. Un grupo de amigos con ganas de expresarse, desde la ciudad más antigua de Occidente». Pero sobre todo, dejan claro que «ha sido una evolución natural, nada premeditada». Ese punto de guasa gaditana, de surrealismo a pie de mar, de ironía ostionera, está influenciada naturalmente por el carnaval de Cádiz, sobre todo «la actitud callejera y desvergonzada».

Reconocen su pasión por las melodías chirigoteras, pero también por el rap, esta fusión no provocada, nace, según nos cuentan, «de una realidad latente que se vive a pie de calle». Tienen cierta debilidad por los DJ´s jamaicanos de los 70 y 80. Pero también la tienen por la Polla Records, Lehendakaris Muertos… y ahí está su capacidad de saberlo meter, con su soniquete especial, en la coctelera de la dignidad y del bien hacer. «Nos gusta coger ritmos o bases de dub o reggae jamaicano, dándole el toque y el empaque de Cádiz, metiendo las letras de lo que nos preocupa», explican.

El carnaval de Cádiz tiene una riqueza melódica, que cada vez más musicólogos de todo el mundo atienden. Pero en Cádiz está el otro mundo, el del flamenco. Pericón, La Perla, El Mellizo, El Beni, Chano Lobato, Ezpeleta y «la FRAC coincide con ellos en el lenguaje, adaptado a los tiempos, pero sobre todo el flow, tan particular de los flamencos y que tanto comparten: el desparpajo, la espontaneidad, los arranques, el soniquete».

«El Romancero es una de las bases de las agrupaciones carnavalescas por la que nos dejamos influenciar. Es más, en carnaval salimos de Romancero, a pesar de que comenzamos con las chirigotas callejeras», cuentan.

Ideologia y militancia

La FRAC es un proyecto independiente, alejado del mainstream por ideología y militancia. Pero todo tiene su precio: «No estamos siempre donde queremos, las condiciones las tienes que luchar mucho. En muchos lugares nos tratan como si fuéramos un grupo aspirante a algo, y nada más lejos. Luchamos para que nuestro circuito sea modesto, pero al mismo tiempo digno y con calidad».

«Ya son 13 años de carretera y más de 500 conciertos, y a pesar de ello nos agobiamos en los festivales grandes», reconocen. No obstante, agregan: «Por supuesto, no lo rechazamos y tenemos que estar». Citan los formatos a los que estan acostumbrados, formatos que en Euskal Herria se respetan. «Estamos muy cómodos. Aquí nos entienden muy bien y es que en el País Vasco hay un cultura crítica latente. A pesar de que hablamos en “andalúh”, con maneras muy gaditanas de lo que pasa en nuestro entorno, la gente que viene a vernos se preocupa de saber el por qué y lo que hay detrás de las letras».

Nos cuentan que siempre han estado preocupados por lo que pasa en Andalucía desde la perspectiva antifascista, más si cabe hoy dían, dada la irrupción de la ultraderecha en las instituciones. La FRAC es una bocanada de aire fresco en el panorama musical, una propuesta que no entiende ni atiende a modas; algo, en vías de extinción.