Un ataque con aviones no tripulados reivindicado por huthíes de Yemen provocó ayer sendos incendios en dos instalaciones petroleras del gigante saudí Aramco en el este del reino, el tercer ataque en cinco meses contra el grupo.

Los yemeníes huthíes lo calificaron como una «operación de envergadura contra refinerías en Abqaiq y Khurais». «Prometemos al régimen saudí que nuestras operaciones futuras se expandirán más y más y serán más dolorosas que antes mientras continúen las agresiones y el asedio», afirmó su portavoz militar, Yahya Sarea. El Ministerio del Interior de Arabia Saudí señaló poco después que los «dos incendios estaban controlados».

Abqaiq, a 60 kilómetros al sudoeste de Dahran, principal sede del gigante petrolero, alberga la mayor planta de tratamiento de petróleo de Aramco. Khurais, a 250 kilómetros de Dahran, es uno de los principales campos petroleros de la empresa pública, considerada la compañía con más ganancias del mundo, con un beneficio neto que las agencias crediticias Moody's y Fitch estimaron en 111.100 millones de dólares en 2018.

Instalaciones de la compañía fueron atacadas por los huthíes en el campo de Shaybah (este), con 10 drones, el 17 de agosto, y el 14 de mayo en la región de Ryad. Estos ataques, cada vez mas frecuentes, demuestran que los huthíes poseen armas modernas que Ryad sostiene están suministradas por Irán.

Los huthíes los reivindican en represalia por los ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudí, que desde 2015 interviene en Yemen junto a Emiratos Árabes Unidos y con respaldo de EEUU y Gran Bretaña, en apoyo al desterrado Gobierno de Abdo Rabu Mansur Hadi.