Iñaki IRIONDO

¿Y si Su Majestad hubiera metido la pata?

Hasta el hecho de recibir uno por uno en su casa a los portavoces de los grupos parlamentarios es aprovechado por algunos para elevar a la categoría de pilar del Estado y gran estadista al inquilino de la Zarzuela. Ayer se pudieron leer peloteos que sonrojarían al propio Felipe de Borbón. Pero en medio de tanto halago, Jose Antonio Martín Pallín, magistrado emérito del Tribunal Supremo, escribía en CTXT que Su Majestad se había saltado la Constitución con su decisión de no designar ningún candidato a la investidura. Según este experto, la función del Rey no es «constatar que no existe un candidato» que cuente con los apoyos necesarios para que el Congreso de los Diputados le otorgue su confianza, sino tramitar «sucesivas propuestas» según el artículo 99, y después el Congreso ya decidirá, puesto que puede haber cambios de opinión de última hora, algo que Felipe VI ha hurtado ahora a la Cámara. Es más, Martín Pallín habla de que, según el Tribunal Constitucional, tenía que haber propuesto al candidato del partido con más número de escaños. ¿Mira que si para una cosa que tiene que hacer de vez en cuando hubiera metido la pata?