GARA
BAGDAD

El Gobierno iraquí intenta negociar tras un centenar de muertos en las protestas

Representantes del Gobierno iraquí y representantes de los manifestantes que desde el martes piden más servicios básicos en Irak mantuvieron ayer sus primeras negociaciones para abordar las demandas de los participantes en las protestas, que se saldan ya con 99 muertos y cerca de 4.000 heridos.

Pero al mismo tiempo que el Gobierno trata de frenarlas, continuaron las manifestaciones y los enfrentamientos en varios puntos de la capital, donde las autoridades levantaron el toque de queda, si bien impusieron la misma medida desde pasado el mediodía hasta nuevo aviso en Diwaniya y Di Qar, al sur de Bagdad.

El primer ministro, Abdel Abdelmahdi, y el presidente iraquí, Barham Saleh, destacaron la importancia de cumplir las demandas «legítimas» de los manifestantes y alcanzar las aspiraciones de los jóvenes para que tengan una vida «digna y libre». Prometieron llevar ante la Justicia a aquellos que utilizaron la violencia durante los incidentes, garantizar la seguridad de los manifestantes y de las fuerzas de seguridad.

Tras cinco días de actos para pedir más servicios básicos como electricidad y agua potable, y deplorar la corrupción y el desempleo, representantes de la Célula de Seguimiento –parte de la oficina del primer ministro– y delegaciones de los manifestantes mantuvieron un encuentro, que no impidió que en el este de Bagdad se volvieran a producir nuevos enfrentamientos.

Las tropas lanzaron gases lacrimógenos y dispararon balas para tratar de dispersar a los manifestantes mientras que en la céntrica plaza Tahrir había un gran despliegue policial. Según el último balance de la gubernamental Comisión de Derechos Humanos de Irak, hay 99 muertos y unos 4.000 heridos a causa de la represión de las protestas de los cinco últimos días.

Además, 567 personas han sido detenidas, de las que 355 han sido ya liberadas, en línea con lo prometido en la noche del jueves por el primer ministro.