Irene ESCUDERO (EFE)
YIBUTI

En 2018 llegaron más migrantes a Yemen que a Europa por mar

El año pasado llegaron más migrantes a Yemen, un país sacudido por la guerra, que por mar a Europa, y el viaje hacia la Península Arábiga supone una odisea «peligrosa» por el desierto, a 40 grados, según describe la subsecretaria general para Asuntos Humanitarios de la ONU, Ursula Mueller.

«Hace 40 grados y el sol quema, y no tienen agua y están andando por el desierto; es muy duro y muchos no lo consiguen», explica en entrevista a Efe desde Yibuti la subsecretaria general para Asuntos Humanitarios de la ONU, Ursula Mueller.

Entre 300 y 600 migrantes, sobre todo etíopes, llegan cada día a Yibuti, un pequeño país situado estratégicamente en el acceso al mar Rojo, para intentar después llegar a Arabia Saudí, en una peligrosa ruta que les lleva, primero, a sobrevivir al viaje en barco y luego a tener que atravesar Yemen.

«Hay más migrantes yendo a la Península Arábiga que a Europa», recuerda la subsecretaria. En 2018, un total de 150.000 migrantes llegaron a Yemen, sobre todo desde Etiopía, según los datos que arroja Mueller.

En comparación, sumando las llegadas por mar a Italia, Malta, Chipre, Estado español y Grecia, y las llegadas por tierra a estos dos últimos países en 2018, según los datos de Acnur, el total es inferior: 141.472. En los seis primeros meses del año, hubo 84.000 movimientos migratorios hacia Yemen, mientras que las llegadas a Europa, de enero a octubre, han sido 78.826.

Durante su visita, centrada en ver cómo la crisis climática ha impactado a este país del Cuerno de África, Mueller se topó con un grupo de estos migrantes: «Vi a una mujer de 20 años que esperaba ser trabajadora del hogar en otro país, pero está arriesgando su vida por ello».

Yibuti alberga la zona más baja de África (a 155 metros bajo el nivel del mar), es uno de los países que más sufre la crisis climática y la sequía, con temperaturas que alcanzan los 50 grados en algunas ocasiones. Aún así, el 45% de los migrantes que lo atraviesan lo hacen a pie.

La mayoría lo hace por motivos económicos: «No encuentran oportunidades en Etiopía y hay redes que les dicen que hay oportunidades allí (en Arabia Saudí), pero no les cuentan que es un viaje peligroso y que mucha gente muere en el camino», subraya Mueller.

Yibuti, visto como un «hogar»

A Yibuti y Yemen les separan 30 kilómetros, que se suelen recorrer en barcas más estables que las que intentan cruzar el Mediterráneo, pero en condiciones de hacinamiento que hace que muchos mueran asfixiados. Y luego llegan a Yemen.

«No me puedo imaginar los migrantes etíopes cuando llegan y no es para nada lo que esperaban», explica Mueller, «Yemen, desde luego, no es un destino deseado». En un pico de llegada de migrantes, previo a la celebración del Ramadán, entre el 27 de abril y el 3 de mayo de este año, más de 5.000 personas fueron detenidas y concentradas en dos estadios de fútbol y un campo militar.

Los que consiguen llegar a Arabia Saudí, se enfrentan también a deportaciones masivas. Solo en 2019, las autoridades de este país han devuelto a, al menos, 57.843 etíopes a su país.

«Yibuti es un país muy pequeño, afectado por el conflicto en la región; es un país estable y por eso quizás es un país de paso y por lo que 100.000 migrantes deciden llamarlo hogar, relata Mueller», señala. A éstos, se les suman 30.000 refugiados y solicitantes de asilo reconocidos, a los que se les concede los mismos derechos que a los yibutianos y acceso a la sanidad y a la educación. Pero la situación la emergencia climática y la sequía han provocado que un tercio de la población esté en inseguridad alimentaria.

Detenciones masivas en Turquía en setiembre

Las autoridades turcas detuvieron durante el mes de setiembre a 65.000 migrantes y refugiados que intentaban cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa, informó el ministro de Justicia turco, Abdulhamit Gul.

«Un total de 64.920 migrantes irregulares han sido detenidos en un mes, incluidos 11.673 detenidos en el mar», indicó Gul durante un acto en la ciudad de Trebisonda. Informó de que 360.256 ciudadanos sirios regresaron a Siria durante ese mes. El titular de Justicia cifró en 3.667.435 el número de refugiados sirios registrados en Turquía. Según el Ministerio del Interior turco, unas 268.000 personas fueron detenidas por intentar cruzar hacia territorio de la UE en 2018 y se estima que la cifra podría alcanzar los 400.000 en 2019.

El ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, de la conservadora Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), pidió ayer más apoyo para los socios europeos de Alemania para «controlar las fronteras exteriores de la UE. Si no lo hacemos, asistiremos a una ola de refugiados como la de 2015. O incluso mayor». En unas polémicas declaraciones desde Ankara, Seehofer instó a sus socios europeos a «hacer más» por Turquía, a cambio de que ese país «aumente sus esfuerzos» para frenar la llegada de refugiados hacia Europa.GARA