EDITORIALA

Responsabilidades pendientes por Euskaltel

La noticia de que Zegona, accionista mayoritario de Euskatel, planea vender la red de fibra óptica de la compañía agitó el debate político del país. En tromba salieron los consejeros del Gobierno de Lakua, Josu Erkoreka y Arantxa Tapia, a pedir prudencia y a señalar algunas obviedades como que la empresa se privatizó con arreglo a la legislación sobre patrimonio público. Algo de lo que nadie duda, porque si no estaríamos hablando de un delito y no de una privatización.

Lo cierto es que por mucho que Tapia recuerde que la red fue pagada «por toda Euskadi», desde el momento en que PNV, PSE y PP decidieron privatizarla, «Euskadi» ya no pinta nada en las decisiones que puedan tomar el accionariado de la empresa. Como muy bien sabe la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, las empresas privadas velan por los intereses de sus accionistas, que se suelen reducir al crecimiento del beneficio crematístico, algo que a menudo suele chocar con el interés general y el bien común. Es por ello que la privatización se hizo poco a poco: primero dando entrada a inversores privados pero manteniendo el control público; luego se formalizó la salida a bolsa, justificada por la necesidad de financiar la expansión por la cornisa cantábrica; y terminó con la privatización de la red de fibra aprobada en agosto en una oscura reunión de la Diputación Permanente del Parlamento de Gasteiz. El proceso muestra una intención clara de favorecer a determinados inversores privados a costa de unas infraestructuras públicas pagadas por la ciudadanía.

Josu Erkoreka, tras echar la culpa al Gobierno de Patxi López, dijo que poco pueden hacer ellos. Lo mínimo sería que PNV, PSE y PP asumieran la responsabilidad por aquel nefasto trato que dejó al país sin infraestructura de telecomunicaciones públicas en la era digital. También queda volver a comprar Euskaltel, revirtiendo una privatización realizada con premeditación y total falta de transparencia. No en vano todo el mundo cree que es un gran negocio.