Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - KIROLBET BASKONIA

Pies de plomo con Stauskas, no sea otro Reggie Williams

El canadiense viajó a Moscú para jugar ante el Khimki. El Baskonia, por ahora, quiere reservarlo para la Euroliga y descartarlo en la ACB.

Cuando Jorge Valdano calificaba a Romario De Souza como un «jugador de dibujos animados», lo hacía en referencia a su capacidad de dibujar filigranas con un balón que más parecen salidas de una hiperbólica imaginación que de las leyes de la física. Si alguna vez se habla de «jugador de dibujos animados» a alguno que haya vestido la camiseta de Saski Baskonia, es que las lesiones no le han dejado casi ni vestirse de corto y sus proezas se circunscriben a la imaginación de los aficionados.

El último ejemplo fue Jordan McRae, flamante fichaje de la NBA que en Gasteiz apenas dispuso de oportunidades por culpa de varias luxaciones de hombro. Anteriormente, con Dusko Ivanovic en el banquillo baskonista, el alero Reggie Williams fue otro de los grandes fracasos de la historia de los fichajes de la entidad de Josean Kerejeta. Al parecer, Williams llegó a Gasteiz –durante el lockout de la NBA de 2011– con un quiste en la rodilla y, según declaró en su día el propio Ivanovic, «fue incapaz de terminar un entrenamiento». Ya puede rezar el aficionado del Baskonia por que Nik Stauskas no se vuelva otro caso Reggie Williams.

Por lo pronto, el escolta canadiense está convocado para el partido de Euroliga de esta tarde en la cancha del Khimki, que tendrá lugar en el Arena Mytishchi a partir de las 19.00, después de que por fin empezara a entrenarse con sus compañeros, un mes más tarde de que una «tendinopatía rotuliana» lo enviara al dique seco después de apenas tomar parte en un par de partidos de pretemporada.

«Él –Stauskas– se incorporó a los entrenamientos esta semana, aunque no al ritmo de sus compañeros», reconoció Velimir Perasovic ayer en Foronda, minutos antes de poner rumbo a Moscú. «Valoraremos sobre el terreno si puede jugar o no», añadió, al tiempo de adelantar que Stauskas no va a poder disputar el derbi de Miribilla, ya que a cuenta de los cupos de formación, el preparador de Split se verá obligado a hacer otro descarte. «Si Nik entra otro jugador debe salir. Por eso es que la baja de Granger es tan importante, porque él es cupo», recordó, antes de concluir sobre el alero canadiense que «nuestra idea es que juegue solo en la Euroliga hasta que ya lo veamos bien. Aún es pronto para saber lo que nos pueda dar, pero lo fichamos como un anotador capaz de crearse sus propios tiros. A ver si es capaz de darnos eso».

Asimismo, Perasovic tuvo un apunte sobre la necesidad de «cerrar los partidos» que se presentan para ganarlos, después de las dos derrotas sufridas frente al Barça y Unicaja.

«Estas derrotas nos duelen a todos. Cuando tienes el partido para ganarlo, hay que ganarlo. Porque echarse a llorar después de que se haya escapado no sirve de nada», admitía el preparador de Kirolbet Baskonia.

El Khimki, un rival peligroso pese a sus muchas bajas

«El Khimki es un equipo que ha hecho muchos fichajes con experiencia Euroliga que le han dado un salto de calidad importante. Si todos están sanos, tiene 12 o más jugadores de máximo nivel», reconocía Velimir Perasovic en la previa.

Sin embargo, esa falta de salud tiene a los de Rimas Kurtinaitis poco menos que en cuadro. Tanto es así, que para esta tarde el conjunto moscovita presenta las ausencias confirmadas de Chris Kramer, Timofey Mozgov, Evgeny Valiev, Igor Vialtsev y Stefan Jovic, al tiempo que también mantiene las dudas de Sergey Karasev y Dairis Bertans, aunque es probable que estos dos se vistan de corto para este duelo.

Más allá de la calidad de los ausentes, destaca que Vialtsev y Jovic son los dos principales bases del Khimki. Unida su ausencia a la tendencia de jugadores como Shved de amasar mucho el balón y no tomar siempre la mejor decisión, el desempeño de los de Kurtinaitis se convierte en un tiro al aire, con el acierto en el triple y el trabajo de los Jerebko, Gill o Timma como elementos clave, como se vio en la victoria rusa sobre el Maccabi de Tel Aviv de la semana pasada por 89-83.

«El triple es su estilo y no van a cambiarlo ahora. Además, tienen ala-pívots muy móviles y con calidad. Por eso es tan difícil jugar contra ellos», remachaba Perasovic. A.G.