GARA
BAGDAD

Los manifestantes mantienen la protesta en Irak a la espera de la caída del Gobierno

Miles de manifestantes mantenían por sexto día consecutivo las protestas contra la corrupción y por reformas sociales, a la espera de la caída del Gobierno, en manos del Parlamento.

La suerte del primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi, puede seguir la del libanés Saad Hariri, que presentó la renuncia por las protestas masivas en el país. El futuro de Mahdi está en manos del Parlamento, que –en sesión abierta hasta nueva orden– negociaba ayer su dimisión, mientras los manifestantes reclaman la «caída del régimen» tras 240 muertos en las protestas.

Concentrados en la plaza Tahrir de Bagdad y en varias ciudades del sur, los manifestantes han desafiado el toque de queda en las últimas noches, y vigilan las maniobras políticas, advirtiendo de que solo aceptarán la salida del Gobierno. Las fuerzas de seguridad volvieron a intentar dispersarlos en varios puntos con gases lacrimógenos.

El jefe de las milicias paramilitares proiraníes de Hachd al Shaabi en el Parlamento, Hadi al-Ameri, que hasta ahora había apoyado a Mahdi, dijo aceptar trabajar con el influyente líder chií Moqtada Sadr, quien reclama desde inicios de octubre la dimisión del Gobierno, pese a que ayudó a formarlo hace un año. Sadr instó ayer a Al-Ameri a actuar, so pena de «transformar Irak en Siria o en Yemen», sumidos en la guerra.

El Parlamento llamó el martes a Mahdi a comparecer inmediatamente para lo que podría convertirse en sesión de preguntas y luego en voto de desconfianza.

«Van a reemplazar a Abdel Mahdi para llevar a alguien de otro partido que será parecido», desconfiaba Atir Malek, un manifestante de 39 años en la plaza Tharir. Desde el 1 de octubre, los manifestantes no han dejado de repetir que la caída del Gobierno de Mahdi no es suficiente y claman por renovar la totalidad de la clase política que llegó al poder tras la caída de Saddam Hussein en 2003 y que no ha cambiado desde entonces.

En este contexto caótico, dos proyectiles de mortero cayeron en los alrededores de la embajada de EEUU, ubicada en la protegida «Zona Verde», y al menos un miembro de las fuerzas de seguridad iraquíes murió a causa del impacto.