Martxelo DÍAZ
IRUÑEA
Entrevista
BEL POZUETA
CANDIDATA DE EH BILDU POR NAFARROA

«No tenemos el escaño garantizado. Es necesario acudir a votar el domingo»

Bel Pozueta repite como candidata de EH Bildu al Congreso con el claro objetivo de conseguir el escaño que no pudo lograr en abril por apenas 408 votos. Para ello, llama a la participación tras alertar de que, pese a las encuestas, aún no tienen el escaño.

En abril se quedó a apenas 408 votos de conseguir el escaño. Imagino que el objetivo es superar esa distancia y conseguir ese escaño en el Congreso.

Sí, el objetivo es conseguir el escaño. Y es cierto que si mantenemos los votos que conseguimos en las pasadas elecciones, que además fueron muchísimos y fue un resultado buenísimo, es ya un reto. Queremos conseguir unos mil o mil quinientos más. Arnaldo decía 5.000. No nos podemos relajar por que en los sondeos aparezcan unos buenos resultados.

¿La principal dificultad es hacer frente a una ola de cierto optimismo, teniendo en cuenta que la última vez se estuvo cerca y se anticipa un descenso del PSN? ¿El reto es fomentar la participación?

Sí, sin duda, tenemos que fomentar la participación. Se puede pensar que, como nos quedamos a 408 votos, ya habrá gente. No. No nos podemos relajar.

Ese riesgo de baja participación puede ser especialmente elevado en unas elecciones que son una especie de segunda vuelta. Puede haber un cierto hastío de la gente.

Hastío, y hasta saturación. Pero si en abril había muchas razones para votar, ahora todavía tenemos más. Tenemos una situación mucho más sangrante en recortes de derechos. También se percibe más la crisis. Hay muchísimas razones. Está el tema de Catalunya. Nos lo están poniendo tan, tan, tan negro que tenemos tantas razones para luchar, y con más fuerza si cabe. El voto es otra manera también de luchar.

Ha comentado en multitud de ocasiones que quiere ser la voz de Nafarroa frente a las injusticias. ¿Por qué es necesario que tenga Nafarroa voz en Madrid?

Por una parte, porque hay que situarlo dentro de la soberanía de Navarra. Hay que tener en cuenta a la ciudadanía navarra. Por otra parte, porque vamos a sumar con el resto del grupo de EH Bildu en el Congreso. Vamos a ser un grupo fuerte. Eso es lo necesario, la fortaleza. El número nos da fortaleza para marcar una agenda social que tenga en cuenta la situación de precariedad, de injusticia, que estamos viviendo. Y para plantear también el acercamiento, a Euskal Herria y a casa, de los presos. Tenemos también el planteamiento del derecho a decidir. Hay muchos ámbitos en los que estamos ya percibiendo la injusticia con mayúsculas. Y EH Bildu somos una fuerza que puede condicionar. En el caso de que no condicionemos la formación de un gobierno, nos van a tener enfrente sí o sí. Y en el caso de poder condicionarla, también.

Ha mencionado la soberanía. Uno de los retos para Nafarroa es defenderla en un escenario en el que leyes aprobadas aquí son anuladas en Madrid.

Tenemos para elegir en la lista de leyes anuladas, pero todas tienen un destacado carácter social. Estamos viendo cómo los partidos estatalistas han utilizando el TC para limitar la soberanía navarra, para fomentar la recentralización. Tanto el PP, que junto a Ciudadanos forma parte de Navarra Suma, como el PSOE. Claramente, la voz de Navarra tiene que estar en Madrid.

De las pasadas elecciones a estas, tenemos la sentencia de los jóvenes de Altsasu, entre los que se encuentra su hijo Adur. ¿Es un motivo más para volver a presentarse como candidata?

El hecho de que la sentencia del caso de Altsasu ya sea firme y sigamos viviendo esta situación de injusticia no ha sido un elemento que me haya llevado a decir que vuelvo a presentarme. Según mi planteamiento, cuando se coge un compromiso hay que llevarlo hasta el final. Yo, al menos, soy así. Las gentes de EH Bildu, cuando decimos algo, lo cumplimos. Yo entro dentro de ese perfil. Ocurriera lo que ocurriese, tenía muy claro que otra vez volvíamos a las elecciones, que había adquirido un compromiso con EH Bildu, y aquí estoy.

La situación de los jóvenes de Altsasu es una de esas injusticias a las que hacía referencia.

Sí, eso es. Es una más, pero ha llegado muy al fondo de toda la ciudadanía navarra. Estos días, que me estoy moviendo por los medios y por diferentes pueblos, percibo la empatía de mucha gente que entiende que esto es una gran injusticia. Incluso de medios o personas que no están con EH Bildu. Esa empatía se da más allá de las ideologías.

Esa empatía se ha demostrado también en movilizaciones.

Sí. Hay veces que se puede decir algo así, pero luego la demostración queda en palabras. Pero aquí, claramente, las movilizaciones están siendo impresionantes. La última [la realizada ante el Palacio de Justicia de Iruñea] fue inmensa. Hay muchísima gente que dice que estuvo, y muchísima gente se siente orgullosa de haber estado.

Esas movilizaciones son transversales. ¿Le han llegado críticas por capitalizar esa corriente amplia yendo ahora en una candidatura concreta?

Tengo muy claro que tengo que estar aquí. No me genera ninguna duda. Además, desde un inicio hemos dicho que Gurasoak, o las familias de Altsasu, somos muy diversas. Yo estoy aquí, en EH Bildu, y otra persona podría estar en otra candidatura. Es la expresión de la diversidad ideológica y política que hay en Gurasoak. Respecto a capitalizar, yo no hubiese elegido ser madre un joven encarcelado.

EH Bildu acude a estas elecciones tras firmar una declaración, un compromiso, con fuerzas soberanistas en Llotja de Mar. Es un salto importante respecto a la cita de abril.

Hay fuerzas que dicen que un escaño puede no hacer mucho en Madrid. Un escaño de una fuerza soberanista, feminista, euskaltzale navarra puede hacer mucho en Madrid. Pero también lo sitúo en un contexto más amplio. Es un escaño de Navarra en Madrid, pero dentro de un grupo fuerte, como es el de EH Bildu. Además, con relaciones y complicidades con otras fuerzas. Podríamos decir que las fuerzas soberanistas en el Congreso pueden ser el 30% de los escaños. Vamos a ser un grupo fuerte, con un ideario en el que coincidimos en la necesidad de redemocratización, de políticas progresistas, del derecho a decidir y en la cuestión de los presos. Son temas que nos unen y eso posibilita tener más fuerza.

Me parece interesante que una fuerza como la CUP haya decidido acudir al Congreso. EH Bildu tiene una mayor relación con ERC, pero imagino que la CUP es una fuerza con la que habrá que trabajar en Madrid.

Sí, sí. Me parece que tenemos mucha cercanía y muchas complicidades con la CUP. Muchas. Además, a mí también me ayuda a mostrar a personas que en su momento tuvieron dudas sobre si votar o abstenerse, y que se refugiaban en un argumentario que decía «mirad a las CUP, que hacen una política de izquierdas, crítica y soberanista y no van a Madrid», que es importante estar en Madrid. Ahora la CUP estará en Madrid. Teniendo muy claro que el objetivo no es estar en Madrid, sino irnos.

¿Qué diferencias ha encontrado entre esta campaña y la anterior?

Sin duda, la experiencia, que tampoco fue mucha, me está ayudando. Esta me la estoy tomando con mayor tranquilidad. Entonces venía con un recorrido en el “caso Altsasu” muy sangrante. Lo notaba a nivel físico y emocional. Lo que no quita que en aquel momento también estaba con ilusión y fortaleza. Ahora lo cojo con más tranquilidad. Entiendo y veo cómo funciona la dinámica de una campaña. En cuanto a los elementos novedosos, tenemos ya resuelto el “caso Altsasu”. Y también el del Procés. Tenemos dos sentencias firmes. Vemos qué respuesta ha dado el Gobierno del PSOE, optando por una involución democrática. En aquel momento se intuía; ahora se ve. En la política de pactos se intuye que el PSOE ahora guiña al PP. En abril había una ilusión de un gobierno de izquierdas. Ahora se intuye ese canto de sirenas. Esa es una de las razones también para mostrar una EH Bildu fuerte capaz de marcar, junto al resto de las fuerzas soberanistas. Parar a la derechona es una de nuestros ejes importantes, pero no con un cheque en blanco. Además de parar a la derecha, tiene que haber políticas progresistas, democráticas. En el debate, Sánchez habló de que iba a ilegalizar los referéndum. ¿Ilegalizar la voz de las personas? No tiene nada de democracia, es autoritarismo puro y duro.