Diputados y senadores que en su día representaron a EE, PNV, EA, HB y Amaiur, y los que se han presentado ya como EH Bildu, comparecieron ayer en Gasteiz para pedir el voto para esta sigla como fórmula actual de defender la soberanía vasca y parar el fascismo del «trío de Colón», incidiendo especialmente en el caso de Araba.

Joseba Azkarraga, que en su día fue primero diputado por el PNV y después por EA; José Luis Elkoro y Angel Alkalde, históricos de HB; Esther Larrañaga, diputada de EA; Iñaki Antigüedad, Sabino Cuadra y Rafa Larreina, de Amaiur, entre otros muchos, se unieron ayer para, desde las distintas culturas políticas que han confluido en EH Bildu, pedir el voto para esta formación, en un momento en el que ven necesario defender la soberanía y plantar cara al fascismo.

En nombre de todos ellos habló Francisco Letamendia, Ortzi, que llegó al Congreso de los Diputados en 1977 representando a Euskadiko Ezkerra, entonces coalición entre EIA y EMK. Luego volvió a ser elegido por Herri Batasuna,

Ortzi calificó de «honor y placer» la invitación a intervenir en el acto. Recordó que con la Constitución «nos dieron el pego» diciendo que resolvía todos los problemas y ya se ha visto que no era así, sino que algunos los ha empeorado.

Volver a echar a Maroto

Después tomó la palabra el candidato Iñaki Ruiz de Pinedo, quien destacó la confluencia de distintas culturas políticas ahora en EH Bildu. Apuntó que Javier Maroto no se presenta a estas elecciones, pero explicó que sus amenazas siguen presentes a través de todo el «trío de Colón» que ahora baila al son que marca la batuta de Vox, volviendo a pedir ilegalizaciones, como hicieron el jueves en la Asamblea de Madrid.

Iñaki Ruiz de Pinedo insistió en que en el ADN de EH Bildu está el antifascismo y el soberanismo. Llamó a frenar al fascismo y sus amenazas de ilegalizaciones, señalando que la forma de hacerlo ahora es votar este domingo a EH Bildu, especialmente en Araba, para dejar a Vox y sus socios del PP sin representación.

El punto álgido del acto se dio cuando Francisco Letamendia, Ortzi, rememoró su foto más histórica y, ahora con bastón pero con el puño bien alto, volvió a gritar «Gora Euskal Herria askatuta», «Gora Euskal Herria independientea», «Gora Euskal Herria Sozialista».