Aimar ETXEBERRIA
Edimburgo
LA DERIVA dEL BREXIT

ESCOCIA ES UN REFUGIO PARA LOS EUROPEOS EN GRAN BRETAñA

Un discurso proinmigración, la victoria del «Remain» en la consulta del Brexit y la intervención pública de Nicola Sturgeon el día después del referéndum dirigida exclusivamente a los ciudadanos de la UE son factores que hacen que las familias europeas en Gran Bretaña se sientan más seguras y bienvenidas en Escocia que en el sur de la isla.

Aprovecho esta oportunidad para dirigirme a los ciudadanos de otros países de la UE que viven en Escocia: seguís siendo bienvenidos aquí, Escocia es vuestra casa y valoramos la contribución que hacéis». Son palabras de la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, pronunciadas el 24 de junio de 2016, el día después del referéndum en el que la mayoría británica, con el 52% de votos a favor y el 48% en contra, optó por la salida de la Unión Europea.

Desde aquella consulta, los más de 3 millones de europeos que residen en Gran Bretaña han tenido que hacer frente a un limbo legal. La incertidumbre que produce el desenlace del Brexit ha agravado todavía más la generalizada sensación de frustración, desilusión y ansiedad que padecen. Es más, elementos como una hostilidad mayor hacia los europeos, el incremento de los delitos racistas y xenófobos, la retórica antimigratoria por parte de los medios de comunicación mainstream y las declaraciones de algunos políticos británicos no han hecho más que echar sal en la herida.

Es lo que se concluye de un informe publicado por la Universidad de Birmingham el pasado mes de setiembre, titulado «EU families in Scotland after the Brexit» (Familias europeas en Escocia tras el Brexit). El estudio, que recoge las perspectivas y experiencias de familias europeas en el periodo post-referéndum, pretende analizar las consecuencias políticas y la incertidumbre legal que siguieron a la consulta, así como el impacto que genera el Brexit en el sentimiento de pertenencia e integración de los ciudadanos europeos residentes en Gran Bretaña y, especialmente, en Escocia.

Huir de un país «lunático»

Las personas entrevistadas al norte de la isla comparten un sentimiento de «shock» y «decepción» sobre el resultado del referéndum, ya que para la mayoría de ellos el resultado supuso una auténtica sorpresa. Desde su perspectiva, era difícil intuir una victoria del «Leave», tal y como explica un danés residente en Escocia: «Aquí no había ninguna señal que hacía indicar una victoria del Brexit. Parecía que todos iban a votar ‘Remain’, pero gente cercana que había viajado por los pequeños pueblos de Inglaterra me había advertido de que algo estaba cambiando al sur de la isla».

A pesar del shock que supuso el resultado del referéndum, el informe hace hincapié en que los ciudadanos europeos encontraron consuelo en la victoria del «Remain» en Escocia. Es más, el previamente mencionado discurso de Sturgeon tuvo un impacto positivo y duradero sobre muchos de ellos. «Estaba abatido, pero luego recuerdo cómo Nicola intervino públicamente para hablar directamente a los ciudadanos europeos; sus palabras me resultaron realmente tranquilizadoras», añade el danés.

Además del discurso de la ministra principal escocesa, otro hecho que tuvo una gran repercusión fue la carta que envió el Ejecutivo de Edimburgo a todos los ciudadanos europeos residentes en el país. «No me acuerdo de lo que se decía en ella, pero recuerdo nuestra alegría al abrirla. Además de apoyo, sentí que la contribución que hacemos al país es valorada», recuerda una ciudadana brasileña que está casada con un portugués.

En lo que respecta al impacto del Brexit en la vida personal de los europeos en Gran Bretaña, este difiere dependiendo de la clase social, el género, la edad, el estilo de vida, el estatus legal o la nación de origen. Se percibe en el informe una jerarquía social que determina quién puede pertenecer a lo que se conoce como «el sueño escocés» y los recursos que estos pueden movilizar para mitigar las consecuencias del Brexit.

En ese sentido, hay quien cuestiona su propia permanencia en Gran Bretaña una vez se consuma la salida británica de la UE. En especial, son aquellas familias preocupadas por la educación y el futuro laboral de sus hijos quienes ven peligrar su continuidad en el país. No obstante, el mayor problema surge cuando la pareja es mixta, es decir, una de las partes es británica y la otra europea. Es en estos casos cuando el Brexit supone una amenaza a la unidad familiar, tal y como declara esta mujer escocesa: «Desde el primer día le dije a mi marido que no quería que él obtuviese el estatus de residente permanente. No quiero que obtenga la ciudadanía, solo quiero huir de este lunático país».

«Un cosmos diferente»

Tal y como se ha mencionado previamente, el trauma del referéndum es compartido por todos los europeos residentes en Gran Bretaña. Sin embargo, el informe destaca que aquellos europeos residentes en Escocia en ningún momento se han sentido inseguros o expuestos a algún tipo de abuso racista y/o xenófobo, cosa que no pueden afirmar aquellos que viven en Inglaterra. Esta percepción tiene una base empírica, al estar reflejada en un informe sobre el discurso de odio y el abuso xenófobo que, durante el periodo del referéndum, mostró un incremento del 14% de este tipo de ataques en Inglaterra, sin que la situación en Escocia variase en absoluto.

Por una parte, el informe justifica este escenario haciendo referencia a la necesidad migratoria que a día de hoy tiene Escocia para prosperar geográfica, cultural y económicamente. Por otra, el informe también se hace eco de investigaciones que han analizado la politización del fenómeno migratorio tanto al norte como al sur de la isla. Estas concluyen que, a diferencia de Inglaterra, existe en Escocia un consenso sobre la «necesidad» de atraer inmigrantes, por lo que el fenómeno es «bienvenido» en el país.

Un buen ejemplo de integración y trato diverso que reciben los europeos, y que difiere de manera evidente con la hostilidad inglesa, tiene que ver con los censos en las consultas de independencia de 2014 y del Brexit dos años después. El informe afirma que el referéndum independentista estimuló un debate sobre la identidad y pertenencia que incluso consiguió involucrar a los ciudadanos europeos, a quienes se concedió el derecho a voto. Por el contrario, la consulta del Brexit privó del voto a estos, «alimentando un sentimiento de exclusión» según el informe. Este extremo fortaleció la creencia entre los europeos de que la identidad escocesa es «más inclusiva» que la inglesa.

Todo ello hace que la convicción de la mayoría de europeos en Gran Bretaña sea que la integración en Escocia es más sencilla que en el resto del país, especialmente en comparación con Inglaterra. «Es más fácil porque hay diversas maneras de ser escocés; te puedes poner la falda escocesa, puedes apreciar a un buen gaitero o te puedes beber una Irn-Bru [refresco que se distribuye únicamente en Escocia]. Fácilmente puedes hacer algo que te ayude a adaptarte», reivindica un ciudadano alemán que vive en las Islas Británicas desde 1994.