GARA
PARÍS

Tractoradas para exponer las dificultades del sector agrícola francés

Entre 800 y 900 tractores, según estimaron los organizadores, procedentes de seis regiones del Estado francés confluyeron ayer en París, llegando a bloquear su circunvalación, para reclamar una reunión urgente con el presidente de la República, Emmanuel Macron.

Con la «operación caracol» llevada a cabo al mediodía de ayer en “el periférico” de París y en otras grandes ciudades, los agricultores expresaron su malestar ante los bajos precios que se les ofrece por sus productos y la multiplicación de normas que deben cumplir.

«Estamos en un convoy de 80 tractores... Estamos realizando esta operación para obtener una cita con Emmanuel Macron y esperamos verle al fin de la jornada», indicaba a France-Presse Mathieu Garnotel, agricultor del Marne (nordeste), a través de su teléfono móvil mientras conducía lentamente su tractor. «Continuaremos el bloqueo hasta obtener esa cita», añadió.

Paralelamente, unos 200 agricultores, llegados a pie o en coche, bloqueaban la avenida de los Campos Elíseos y esparcían heno frente al lujoso restaurante “Le Fouquet’s”.

«Nuestra angustia es real. Estamos pidiendo un encuentro con el presidente. Estamos listos para quedarnos el tiempo que haga falta», clamaba a través de un megáfono Cyril Milard, responsable departamental de la Federación de Asociaciones de Agricultores y Ganaderos (FDSEA). Finalmente, fueron recibidos por representantes del Ministerio de Agricultura y a último hora de la tarde pusieron fin al bloqueo de las carreteras.

Con esta movilización, que se suma a las efectuadas el 8 y el 22 de octubre, los agricultores querían manifestar su enfado ante las dificultades económicas que se acumulan en el sector y la desconfianza de una parte de la ciudadanía respecto a si gestionan sus explotaciones de forma sostenible. Esto último ha dado lugar al término “agribashing”, que hace referencia a la estigmatización y denigración de los agricultores, como indicó Efe.

Al mismo tiempo, reclaman mejoras para un sector que, según subrayaron, no puede competir en precio ni en condiciones con las grandes superficies. Este colectivo denuncia también que el acuerdo de libre comercio entre Canadá y la UE (CETA) y el negociado con los países del Mercosur son «intolerables».

También en Alemania

La movilización fue extendiéndose por otros puntos del Estado francés. En Tolosa (Occitania), un grupo de campesinos ocupó un mercado para denunciar la distorsión de la competencia entre los productos franceses y los procedentes de países donde las normas de producción son menos restrictivas.

En la región de Lyon también optaron por bloquear el tráfico rodado, protestando contra «un doble discurso, un doble lenguaje que hace que nuestra agricultura sea maltratada por la sociedad cuando resulta que cada vez es más virtuosa», como declaró el presidente de la FDSEA en Ardèche, Benoît Claret.

Síntoma de que este es un malestar que se extiende más allá del Hexágono, el martes miles de agricultores alemanes también circularon con sus tractores en pleno Berlín para protestar contra un plan destinado a reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos.