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Miles de hongkoneses vuelven a las calles para mantener viva la protesta

Una semana después de las elecciones de Hong Kong, en las que el bloque opositor al Gobierno prochino obtuvo una victoria aplastante, los manifestantes regresaron a las calles en protestas menos masivas pero que auguran que el movimiento está lejos de parar. China acusó a la ONU de injerencia «inapropiada» en sus asuntos internos.

Decenas de miles de manifestantes antigubernamentales volvieron a salir a las calles ayer en Hong Kong, tras un breve periodo de calma poco habitual en casi seis meses de protestas en la excolonia británica, para demostrar que el movimiento de protesta sigue vivo.

La nueva jornada de movilizaciones tuvo lugar una semana después de las elecciones en las que la oposición obtuvo una aplastante victoria, logrando casi 400 de los 452 escaños, sin que los gobiernos local y chino hayan efectuado concesiones.

«El mes pasado, muchos luchadores resultaron gravemente heridos. La gente ha tomado un respiro, pero mientras el Gobierno no atienda las demandas de la gente, no vamos a detener la lucha. Solo se necesita un incidente inesperado para que la gente se levante de nuevo», señaló Sunny Chan, de 26 años.

«El Gobierno sigue sin escucharnos, las manifestaciones van a seguir (..) Estamos encolerizados, queremos cambios», afirmó un estudiante de 20 años, llamado Chen.

La Policía autorizó tres marchas en las que los manifestantes volvieron a recordar cinco reivindicaciones, entre ellas una investigación independiente de la brutalidad policial y la introducción del sufragio universal.

China acusó a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, de injerencia «inapropiada» en sus asuntos internos, después de que instara, mediante un artículo publicado en “South China Morning Post”, a investigar de forma «verdaderamente independiente e imparcial las informaciones acerca de un uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía».

El mayor movimiento de protestas en Hong Kong desde 1997 surgió en junio como rechazo a un proyecto de ley destinado a autorizar las extradiciones a China. El texto se retiró demasiado tarde, según los manifestantes, que han aumentado sus reivindicaciones.