El parlamentario de EH Bildu Ander Rodríguez expuso ayer en el Parlamento la contradicción que supone que el PP haga un discurso contra la RGI, llegando a decir su portavoz, Anton Damborenea, que será mejor quedarse en la cama que ir a trabajar, cuando los presupuestos pactados por Lakua con este partido fueron más beneficiosos para los receptores de estas ayudas que los firmados para 2020 con Elkarrekin Podemos.

Cada año las cantidades que perciben las personas con derecho a estas ayudas, entre ellas trabajadores y trabajadoras que no llegan a los mínimos y los pensionista, están más alejados de lo que marca la ley de 2008 y que está relacionado con el SMI.

En una pregunta realizada a la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, el parlamentario independentista expuso que en los pactos presupuestarios de 2017 y 2018 la cuantía que recibían los perceptores era de 92 y 111 euros menos que lo que les debía corresponder. Con el acuerdo para 2020 con Elkarrekin Podemos, la pérdida es de 230 euros.

Según los datos de Ander Rodríguez, en lo relativo al complemento de pensiones, las mermas sufridas con el PP fueron de 104 y 126 euros, y la pérdida prevista para 2020 es de 254 euros.

En cuanto a la diferencia de lo que se cobra por la RGI con el SMI, en el año 2017 era del 23% menos y en 2018 era del 25% menos. En ambos casos los pactos se firmaron con el PP. Para 2020, con el acuerdo con Elkarrekin Podemos, la RGI está un 34% por debajo de la SMI, es decir, una brecha de 10 puntos con respecto a lo acordado con la derecha.

Defensa de Artolazabal

La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, sostuvo que con la subida del 4% los perceptores de la RGI cobrarán más que el año pasado. Reprochó a EH Bildu que en la negociación para 2019 no hubieran aceptado una propuesta de subida del 7%. No explicó por qué si estaban dispuestos a un incremento del 7% ahora se han quedado en el 4%.

En cuanto a las afirmaciones realizadas por el parlamentario del PP Antón Damborenea aseguró que «fueron desafortunadas». Después añadió que «lo preocupante no es en esta situación la cuantía que puede recibir una persona a través de la RGI mediante el servicio que se le presta. Lo que me preocupa a mi realmente es que se traslade la idea de que disponer de un sistema de protección perjudica a la sociedad».