GARA
WASHINGTON

Tras excluir pruebas y testigos, el Senado inicia el alegato contra Trump

Los congresistas que juegan el papel de fiscales en el juicio político a Donald Trump comenzaron el alegato de acusaciones con las que defendieron su destitución, pero no cuentan con testigos ni documentos.

Después de la maratoniana sesión de 13 horas del martes para fijar las reglas del juicio de destitución contra Donald Trump, el Senado comenzó ayer las alegaciones de los «fiscales» que presentan al acusación. Se dio inicio así a 24 horas repartidas en tres días para que cada parte exponga sus argumentos.

Pero la mayoría republicana vetó la declaración de testigos y la presentación de documentación que reclamaban los demócratas, como la comparecencia del exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, del jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, o la inclusión de documentos del Pentágono y del Departamento de Estado.

Para el líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer, la sesión fue una «farsa». «Los republicanos no quieren un juicio político justo que tome en cuenta todas las pruebas El pueblo estadounidense se merece un juicio político real, no un encubrimiento», lamentó.

El presidente trató de «hacer trampas» para conseguir un segundo mandato en la Casa Blanca, acusó ayer el jefe del equipo fiscal, Adam Schiff, al abrir los debates. «Solicitó la injerencia extranjera en nuestras elecciones para mejorar sus oportunidades», añadió ante los senadores que juzgan a Trump.

Schiff resumió los cargos por las presiones a Ucrania para que anunciara investigaciones dirigidas a su rival Joe Biden, y por obstaculizar la investigación del Congreso sobre estos hechos.

«Si no se le condena, el abuso de su cargo y su obstrucción alterarán de forma permanente el equilibrio de poderes entre las ramas de Gobierno», advirtió. «La negligencia del presidente no puede evaluarse en las urnas porque no podemos asegurarnos de que ese voto se ganara de forma justa» y sin interferencias extranjeras solicitadas por Trump, añadió.