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PARÍS

El PIB francés retrocede mientras se mantienen las protestas sociales

El crecimiento del producto interior bruto del Estado francés en 2019 solo llego al 1,2%, muy por debajo de las expectativas del Gobierno de Macron y de los pronósticos de los institutos de previsión oficiales. A la incertidumbre en el contexto internacional se han sumado las protestas sociales en el último trimestre, cuando el PIB ha caído un 0,1%.

La economía francesa sufrió un ligero retroceso del 0,1% en el cuarto trimestre, que ha estado marcado por las huelgas que se han sucedido desde el 5 de diciembre contra la reforma de las pensiones. En el conjunto del año, el crecimiento se quedó en el 1,2%, lejos del 1,7% de 2018 y netamente por debajo de las expectativas del Gobierno del presidente Emmanuel Macron.

El instituto de estadística estatal (Insee) explicó ayer, en su primera estimación sobre el producto interior bruto (PIB) entre octubre y diciembre, que en ese periodo se ralentizó ligeramente la progresión del consumo privado (0,2% tras el 0,4% registrado entre julio y setiembre) y, de forma más pronunciada, la inversión (0,3% tras 1,3%).

Las variaciones de existencias de las empresas restaron cuatro décimas al PIB en los tres últimos meses del año, después de haberlo disminuido en una décima en el tercer trimestre.

Entre octubre y diciembre, las importaciones cayeron un 0,2%, después de haber aumentado un 0,6% en los tres meses precedentes, y las exportaciones también disminuyeron un 0,2%, pero menos que entre julio y setiembre (-0,3%).

En total, el comercio exterior tuvo un impacto nulo sobre el PIB en los tres últimos meses, mientras que había restado tres décimas en el tercer trimestre.

Impacto de las huelgas

El Banco de Francia había estimado que las huelgas contra la reforma del sistema de pensiones que quiere imponer Macron costarían, como máximo, una décima al crecimiento de la economía estatal.

Pero a la vista del resultado final, el impacto parece mayor, como lo reconoció ayer mismo el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, que explicó que algunas infraestructuras, como los puertos, los ferrocarriles y los depósitos de carburantes vieron su actividad perturbada, y la consecuencia fue que las empresas tuvieron que servirse de sus existencias para seguir funcionando.

Le Maire hizo hincapié en que, pese a todo, el consumo de los particulares y las inversiones de las empresas «resisten» y en que «esta ralentización pasajera no cuestiona los fundamentos de la economía francesa, que son sólidos». No obstante, al mismo tiempo, subrayó que habrá que seguir «particularmente vigilantes frente a las incertidumbres internacionales».

En el conjunto de 2019, el aumento del PIB del 1,2% fue inferior a lo que habían anticipado los principales institutos de previsión públicos.

La principal razón fue el comercio exterior, que restó dos décimas al PIB, en lugar de las siete que le había aportado en 2018, y de nuevo las variaciones de las existencias de las empresas, que también le quitaron otras cuatro décimas, frente a las dos décimas que habían sustraído el ejercicio precedente.