La Fiscalía anunció ayer en el juicio sobre las supuestas falsificaciones de Iruña-Veleia que mantiene la pena de cinco años y medio de cárcel para Eliseo Gil, y en su escrito final introduce la posibilidad de que pueda ser considerado autor por omisión de esos delitos. Ello abre la posibilidad de condenar a Gil aunque no se pueda probar que él fue el autor material de esos grafitos, considerados falsos por la Fiscalía. Para Rubén Cerdán mantiene la reclamación de dos años y seis meses de cárcel.

En la sesión de ayer declararon dos peritos calígrafos que han elaborado un informe a petición de la defensa de Gil, quienes concluyeron que los supuestos grafitos falsos no fueron obra de Gil. Explicaron que le pidieron hacer un cuerpo de escritura sobre trozos de cerámica con un punzón y que se grabó en vídeo. Compararon esas muestras, unas treinta, hechas por Gil con un punzón y una máquina eléctrica, con los grafitos supuestamente falsos y también con aquellos encontrados en piezas de ese yacimiento extraídas en 1949 y 1975.

En sus conclusiones los peritos establecen que la simetría, las curvaturas, la presión y la orientación de los trazos de las muestras hechas por Gil y los presuntos grafitos falsos son «completamente diferentes». Sin embargo, sí que han encontrado similitudes entre los grafitos encontrados en el periodo en que Gil dirigió la excavación (los supuestamente falsos) y los hallados en piezas extraídas en ese yacimiento en excavaciones anteriores (1949 y 1975).

Está previsto que en la sesión de hoy las partes presenten sus conclusiones definitivas y que el juicio quede visto para sentencia.