GARA
TEHERÁN

Protestas, crisis y sanciones marcan las legislativas en Irán

Los problemas económicos derivados de las sanciones estadounidenses y de la gestión de las autoridades, las protestas en las que han muerto cientos de personas y las tensiones regionales condicionarán las elecciones legislativas de mañana en Irán, en las que los sectores principalistas tienen muchas opciones de imponerse a los denominados «moderados».

Los principalistas tratan de capitalizar las frustraciones económicas frente al sector «moderado» que paga el descrédito por las sanciones, la frustración económica del pueblo y el fracaso del pacto nuclear de 2015.

Además, el Consejo de Guardianes de la Constitución aprobó las candidaturas de 7.100 personas a estas elecciones, rechazando a la mitad de los aspirantes en esta criba, entre ellos 75 de los actuales diputados, en su mayoría de los sectores «moderados», en los que se incluye al actual presidente, Hasan Rohani.

La participación también será examinada de cerca tanto por la oposición al régimen, que llamó al boicot, como por las autoridades que esperan una movilización masiva para confirmar su legitimidad, tras meses de protestas. «Los enemigos que amenazan nuestro país tienen más miedo del apoyo popular que de nuestras armas. La participación muestra el apoyo del pueblo al sistema», señaló el líder supremo, Ali Jamenei, el pasado 5 de febrero. El índice de participación se sitúa en torno al 50% y a veces supera el 60%, un umbral que las autoridades esperan repetir mañana.

También ha cobrado relevancia en la campaña la figura del general Qasem Soleimani, muerto en un ataque estadounidense en enero, que podría impulsar a los principalistas.