Cinco derrotas, 19 goles en contra y la mayor goleada desde que llegó a Primera. Así de crudo es el resumen númerico de las cinco visitas que ha realizado el Eibar al Camp Nou.

A todo eso bien se le podrían añadir las estadísticas que sitúan al Barcelona como el equipo más seguro de la Liga, y con diferencia, en su campo (34 puntos, con 11 victorias y un empate, el único partido que ha saldado sin poder marcar, en doce jencuentros) y al Eibar como uno de los más débiles a domicilio –sólo tres equipos lo han hecho peor–: ha perdido en la mitad de sus doce desplazamientos, en los que sólo ha podido ganar al Leganés. Es igual el apartado que se mire; en todos sale perdiendo, en la mayoría con contundencia, el equipo armero.

Pero las estadísticas siempre encierran trampas y secretos. Un equipo puede ganar la Liga batiendo el récord histórico de puntación y habiendo perdido frente al colista. Igual que un jugador puede retirarse habiendo marcado su único gol en una final europea. Raro pero posible. Y mejor que nadie lo sabe un Eibar cuya presencia en Primera sigue siendo una anomalía y que incluso esta temporada, en la que más está sufriendo desde que llegó a la categoría, se ha dado el gustado de ganar por primera vez a un equipo que siempre le había dejado a dos velas como el Atlético.

Un «estreno» que, oponiéndose a la lógica por enésima vez, espera repetir en Barcelona. Aunque para eso necesite poco menos que la alineación de diez planetas. «Si juegan bien, lo normal es que nos ganen –asume José Luis Mendilibar–. Y si no juegan tan bien y nosotros sí hacemos bien lo que queremos hacer, por lo menos tendremos nuestras oportunidades».

Ese «lo que queremos hacer» incluye tres ingredientes fundamentales: convicción, concentración y valentía. «Hay que estar muy concentrados y atentos todo el partido porque en cualquier momento te la lían», subraya el técnico, recordando que el Barcelona ha marcado algún gol en todos sus partidos en el Camp Nou excepto frente al Real Madrid. Y, sobre todo, consudera que «tenemos que ir convencidos de que nosotros también tenemos algo que decir. No sé si mucho o poco pero algo. Y es algo tenemos que hacerlo bien. Tenemos que ir convencidos de que lo que vamos a hacer lo vamos a hacer bien –insistió–. Tenemos que ir mentalizados, con convicción y sin miedo. Si vamos con miedo y pensando más en lo que pueden hacer ellos que en lo que podemos hacer nosotros, seguro que perdemos».

«Una final»

Donde se piensa poquito en el rival es en Barcelona. Al menos el entorno, más ocupado ahora por las polémicas de todo tipo que rodean al club y, en el plano deportivo, por las próximas visitas a Nápoles y Real Madrid.

Lamentablemente, no es el caso de Quique Setién que, de hecho, asegura tomarse el encuentro de esta tarde «como una final». «El primer partido es el del Eibar –recuerda– y lo hemos tratado como si fuera una final. Sumar tres puntos es vital porque no solamente nos va a permitir seguir ahí, sino que nos va a reforzar para lo que viene». Consciente de que el equipo armero «tratará de presionar arriba», esta semana ha trabajado para «buscar soluciones a lo que nos plantea el rival».

Regresos probables y posibles

Habrá movimientos en el once azulgrana. Al menos uno, forzoso, porque Pedro Bigas se queda en casa por lesión.

Lo más probable, por no decir seguro, es que Paulo –fuera del once en Liga desde la visita al Valencia con la que se cerró la primera vuelta– regrese al equipo. La duda es si le acompañará Burgos, falta en Mendizorrotza, o Arbilla, que contra el Alavés actuó en el lateral derecho. Si el elegido es el navarro, reabrirá las puertas de la titularidad a Tejero.

Un regreso, en este caso, más posible que probable. Como lo son el de Escalante, que no ha disputado –por una lesión de la que no se sabe nada– un solo minuto desde el último partido de 2019 frente al Granada y que hoy podría enviar a Expósito o Cristóforo al banquillo; y el de Inui, fuera de la formación titular en el encuentro de Mendizorrotza y que hoy podría entrar por Pedro León, con lo que Orellana se recolocaría en el flanco derecho. A.U.L.