GARA
BUDAPEST

El primer ministro húngaro pone en «cuarentena» la democracia en el país

Bajo el pretexto de luchar contra el Covid-19, el Gobierno húngaro de Viktor Orban tiene previsto presentar nuevamente ante el Parlamento una ley que, de aprobarse, le prolongaría indefinidamente en el cargo y le permitirá legislar sobre cualquier tema por decreto.

Tras haber instaurado el estado de emergencia, el primer ministro húngaro Viktor Orban tiene previsto presentar de nuevo este martes en el Parlamento un proyecto de ley que le permitirá prolongar de forma indeterminada el estado de emergencia decretado, suspender las leyes vigentes e incluso la actividad parlamentaria «a raíz de la epidemia». También establece penas de hasta cinco años de cárcel para personas que publiquen informaciones «falsas» que «imposibilitan o dificultan» la lucha contra el virus.

El pasado lunes, el Parlamento ya bloqueó un primer intento de aprobar la propuesta del Ministerio de Justicia. El próximo martes, el partido del Gobierno, Fidesz, podría sacar adelante la medida en votación ordinaria, gracias a la mayoría de dos tercios que tiene en el Hemiciclo. Varias ONG y organizaciones internacionales como el Instituto Internacional de Prensa (IPI) han criticado el proyecto.

«Hungría es un caso especial [...] lo que Orban está haciendo no se puede comparar con las medidas tomadas en el resto de países de la UE», afirmó en declaraciones a AFP Milan Nic, especialista en Europa Central en el German Council on Foreign Relations, con sede en Berlín.

«Ahora hay una epidemia y vidas que salvar, y si (quienes critican) no pueden ayudarnos, que dejen al menos a los húngaros defenderse. Ya he dicho claramente a los llorones y acosadores europeos (...) que no tengo tiempo para debatir cuestiones jurídicas», argumentó Orban.

Sus encontronazos con las instituciones europeas, la ONU, representantes de la sociedad civil... son incontables, así como las advertencias que lo acusan de «deriva autoritaria», «vulneración de la democracia» o «violación del Estado de derecho».

«Hasta ahora, el sistema puesto en marcha por el Gobierno de Fidesz estaba considerado como un ‘Estado híbrido’: ni democracia ni dictadura», subrayó el politólogo de origen húngaro y refugiado en Austria desde 1956 Paul Lendvai, quien se pregunta si con estas nuevas competencias, «será Hungría el primer Estado dictatorial de la UE».