EDITORIALA

El objetivo final debe ser hacer el test casi universal

Ya se han superado oficialmente los 500 fallecidos en Euskal Herria a consecuencia del coronavirus. Tan solo en el día de ayer fueron 61 muertes en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. La diferencia de protocolos a ambos lados del Bidasoa hace que la cifra oficial en Ipar Euskal Herria sea de tan solo dos personas fallecidas. De todos modos, son cifras escalofriantes, detrás de las que se esconden historias terriblemente dolorosas y difíciles de gestionar bajo estas condiciones de confinamiento y distanciamiento social.

Por supuesto, en esa lista son todos los que están, pero no están todos los que son. No entran los casos de personas a las que, a pesar de que todo señale que el Covid-19 ha sido la causa de su deceso, no se les puede realizar la autopsia en estos momentos. Es decir, todo indica que las muertes provocadas por la pandemia en nuestro país pueden ser bastantes más, de igual modo que las personas contagiadas en todo el mundo son muchas más que las que tienen un diagnóstico confirmado médicamente.

Uno de los problemas es que no hay test suficientes. Evidentemente, si los servicios sanitarios no hacen más es porque no pueden, porque no tienen. Diariamente se ven y comparan el número de test realizados, un indicador mucho más fiable que otros de los datos que las administraciones hacen públicos. Las fluctuaciones son grandes y evidencian la escasez. Los protocolos también se adaptan a ese suministro. Ahora no se llega a testar ni a todas las personas con síntomas. Junto con el desarrollo de una vacuna, otra de las carreras tecnocientíficas del momento es precisamente la de lograr test fiables y asequibles. En el futuro será necesaria una progresiva universalización de los test. Esa información ayudaría a diseñar políticas efectivas, incluso si el virus resultase ser estacional. Para algunas cosas, las dimensiones de Euskal Herria son un límite. Con sus recursos, debería poder hacer muchas otras. Esta crisis va a poner a prueba ambas ideas.