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SANAA

Los independentistas del sur de Yemen ponen en aprietos al Ejecutivo de Hadi

Los independentistas del sur de Yemen han proclamado la autonomía de este territorio dando por roto el pacto con el Gobierno de Hadi. El anuncio reabre la grieta en el campo que se enfrenta a los huthíes y las diferencias entre Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

Los independentistas del sur de Yemen proclamaron el domingo el autogobierno en ese territorio, rompiendo el acuerdo con el Gobierno de Abd Rabu Mansur Hadi, que queda aún más debilitado, en un momento en que los huthíes a los que se enfrenta en la guerra pasan a la ofensiva.

La ruptura del acuerdo de paz entre independentistas y el Gobierno de Hadi complica aún más un conflicto que ya dura más de cinco años, en el que han muerto decenas de miles de civiles y que ha causado la peor crisis humanitaria del planeta.

El principal conflicto armado en Yemen enfrenta a los rebeldes huthíes, que controlan el norte y parte del occidente del país, incluida la capital Sanaa, y a las fuerzas del Gobierno de Hadi, apoyadas militarmente por una coalición liderada por Arabia Saudí.

Pero dentro de este campo también hay profundas divisiones entre el Gobierno, refugiado en Adén (sur), y el movimiento separatista, el Consejo de Transición del Sur (STC), a su vez reflejo de las tensiones entre Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, que intervienen en esta guerra contra los huthíes.

El pasado 5 de noviembre ambas partes firmaron en Riad un acuerdo para tratar de superar sus diferencias después de que los separatistas tomaran el control de Adén.

El sur proclama la autonomía

Pero el pasado sábado, el STC acusó al Gobierno de incumplir los términos del mismo y de conspirar contra la causa del sur.

Por ello, declaró que «la autonomía» de la región entraba en vigor a las 00.00 del domingo. «Un comité de autonomía iniciará sus trabajos sobre la base de una lista de tareas asignadas por la presidencia del Consejo», añadió

El Gobierno de Hadi rápidamente condenó la proclama y su ministro de Exteriores, Mohamed al Hadhrami, calificó la decisión del STC como «una extensión de la rebelión». Los separatistas, que buscaban hace tiempo la independencia en el sur, «serán responsables del resultado catastrófico y peligroso» de esta decisión», advirtió.

Poco después del anuncio del STC, los habitantes de Adén comprobaron un despliegue masivo de fuerzas de este movimiento en la ciudad.

Una fuente separatista declaró a AFP que se habían establecido puestos de control «en todas las instalaciones gubernamentales, entre ellas el banco central y el puerto», mientras los vehículos militares recorrían la ciudad enarbolando la bandera del movimiento.

Sin embargo, las provincias de Abyan, Shabwah, Hadramaut, Mahra y Socotra declararon que no reconocen la declaración de autonomía del STC.

Conflicto entre Riad y Abu Dabi

La ruptura entre los antiguos aliados se produce en momentos en que la coalición encabezada por Arabia Saudí, que respalda al Gobierno en su batalla contra los huthíes, ha prolongado un alto el fuego unilateral para frenar la pandemia del nuevo coronavirus, pero que a la vez le sirve como respiro en una situación en la que los huthíes no solo resisten después de años de guerra, sino que pasan a la ofensiva en el noreste del país. A pesar de la tregua –rechazada por los huthíes–, los combates prosiguen en un país que registra el peor desastre humanitario del mundo.

El pulso por el control del sur deja expuestas también las divisiones externas en este conflicto. Arabia Saudí apoya al Gobierno de Hadi, mientras Emiratos Árabes Unidos durante algún tiempo formaron y financiaron al STC.

Emiratos, al igual que el STC, rechazan de plano a los Hermanos Musulmanes y al partido yemení Al Islah, influido por esta hermandad, que tiene representantes en el Gobierno.

Riad y Abu Dabi trataron de calmar el frente interno, hasta el acuerdo de noviembre, que fue recibido como el último intento de evitar el estallido total de Yemen.

Pero las grietas empezaron a aparecer rápidamente, con denuncias sobre la falta de alimentos en el sur, una fuerte depreciación de la moneda y la falta de fondos para pagar a los funcionarios. En su declaración de ayer, el STC lamentó que siguiera el deterioro de los servicios públicos y acusó al Gobierno de utilizar sus poderes «para poner a los sudistas de rodillas».