Gloria Rekarte
Expresa
AZKEN PUNTUA

Ultras

Las manifestaciones ultras de los últimos días nos han dejado una exhibición de coches de alta gama y una colección de imágenes memorables. Patéticas unas, grotescas otras y faranduleras las que más.

Tampoco nos ha faltado nada del mejor alarde fascista: vivas y heils, esvásticas y simbología franquista, propaganda que apunta a organizaciones paramilitares y banderas que, por muy constitucionales que las quieran pintar, se pasean muy cómodas junto a las que no lo son, y algo significará eso, digo yo. Y homofobia, violencia, racismo… y todas las agresiones de las que los medios no se han hecho eco porque están muy ocupados con unas pintadas.

Después, he visto contar y recontar, hacer esquemas, cálculos y concluir que, a pesar del ruido, del alboroto y del claxon de los descapotables, solo son cuatro y una sartén. A la vista, sí. Pero no nos equivoquemos: detrás hay mucho más de lo que vemos delante. Solo son la pantalla; los tontos útiles. Tan útiles para la derecha reconocida, como para la que pasa por no serlo. Es decir, muy, muy útiles. Eso, y no el número, es lo que les crece.

Tampoco olvidemos que no necesitan ser muchos, que no necesitan la legitimidad de una mayoría y que menos necesitan la de las urnas. Nos lo enseñaron hace tiempo. Lo único que necesitan, es lo que ya tienen: impunidad.