El atentado de ayer contra el secretario de Seguridad de Ciudad de México, Omar García Harfuch, que hirió al funcionario y causó tres muertos, visibilizó la presencia del poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la capital.

Tras las reservas iniciales, el propio García Harfuch escribió en un tuit desde el hospital, adonde llegó con tres impactos de bala, que el ataque había sido obra del CJNG, considerado uno de los grupos más peligrosos y cuya presencia en la capital no era notoria hasta ahora.

Los fallecidos en el atentado, ocurrido a las 06.35 hora local en la parte alta del Paseo de la Reforma, son dos escoltas de García Harfuch y una vendedora ambulante. La camioneta blindada en la que viajaba el responsable de Seguridad quedó destrozada por cientos de impactos de balas de gran calibre, ya que los autores del ataque usaron armas largas tipo Barrett y portaban granadas de fragmentación. Se produjeron 12 arrestos.

En declaraciones a Efe, el investigador en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey Juan Carlos Montero se mostró sorprendido de que García Harfuch hubiera sobrevivido en un atentado con esas armas, por lo que consideró que quizá la única intención fue «darle un mensaje».

Indicó que la presencia del CJNG en Ciudad de México «no es nueva», porque la capital «tiene presencia prácticamente de todos los cárteles grandes» que pelean por el control del tráfico a pequeña escala.

Montero atribuyó el atentado, el más importante contra un funcionario de Morena desde su triunfo electoral de 2018. a los «esfuerzos del Gobierno federal en contra del CJNG» y no solo al trabajo de García Harfuch.