Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Aranburu anima a llevar la lucha en favor del cambio social a las urnas

La secretaria general de LAB animó ayer a llevar el 12 de julio «la lucha y la reivindicación en favor del cambio social a las instituciones». «Toca elegir entre seguir gobernando para defender los intereses de una élite económica o defender los intereses de una mayoría social», expuso Garbiñe Aranburu. «Toca elegir entre capital o vida», insistió.

La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, apostó ayer por no conceder ni los «cien días de confianza» si PNV y PSE reeditan su pacto tras los comicios del 12 de julio, al entender que «sería un gobierno que defienda los intereses de las élites económicas» en vez de los de la mayoría social.

«Las personas que defendemos una vida digna, el 12 de julio, debemos llevar la lucha y la reivindicación en favor del cambio social a las instituciones. Las y los trabajadores tenemos que impulsar el cambio también en las instituciones», sostuvo Aranburu.

En una comparecencia ofrecida en Bilbo en compañía del responsable de Dinamización, Dabid Lizarralde, la líder de LAB manifestó que, si se atiende a las políticas públicas que se han desarrollado en la anterior crisis o las decisiones políticas que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu ha adoptado durante la pandemia, «está claro que la defensa de las y los trabajadores no está en la agenda de este Gobierno».

Para Aranburu, en la actual coyuntura, cualquier gobierno que quiera proteger a la ciudadanía debe apostar por un reparto más equitativo de la riqueza, reivindicación que fue uno de los ejes de la jornada de movilización convocada el 19 de junio por la Carta de los Derechos Sociales de Euskal Herria, junto con el fortalecimiento del conjunto del sistema público.

Por ello, abogó por abrir el debate para una nueva política fiscal. LAB ha trasladado a las diputaciones cuatro medidas «muy concretas». «No nos han respondido de manera oficial, pero el señor lehendakari ha sido tajante en esta cuestión: no es momento de hablar de rediseñar el IRPF o del Impuesto de Sociedades, no es momento de que pague quien más tiene ni de subir impuestos a las empresas con beneficios. Ahora tampoco es el momento», censuró.

Aranburu incidió en que no apostar decididamente por una reforma fiscal supone que se harán nuevos recortes. «Está claro que con este Gobierno no se van a reforzar los servicios públicos ni en sanidad, ni en educación. Tampoco se creará un sistema público de cuidados», lamentó.

Beneficiar a los grandes

Denunció que cuando el PNV habla de «autogobierno» se refiere a «aprovecharse de todas las ventajas del Concierto Económico para proteger a las grandes empresas, reducir la capacidad de decidir a mantener el negocio de unos pocos, renunciando a avanzar hacia un nuevo estatus político y jurídico con derecho a decidir».

Criticó que el actual Gobiernos de Lakua, al mismo tiempo que renuncia a ampliar el marco competencial, utiliza como excusa esa falta de competencias para no establecer, por ejemplo, una pensión mínima de 1.080 euros o un salario mínimo de 1.200 euros, tal y como le viene demandando una mayoría social. «El problema no son las competencias, el problema es que falta voluntad política para abordar cuestiones que supongan mejorar la vida de las personas», criticó.

Aranburu afirmó que un gobierno que defiende los intereses de la élite económica no puede decir que también persigue un empleo digno. Expuso que en esta materia han realizado una propuesta a representantes gubernamentales, aunque la respuesta no les ha complacido.

LAB pretendía que este y otros temas fueran incluidos en los programas electorales. «Más allá de buenas palabras, hemos sacado la conclusión de que no hay ningún plan para dar una respuesta integral a la problemática del empleo», advirtió.