Pello GUERRA
SANFERMINES 78 GOGOAN

CLAVELES EN EL SENTIDO RECUERDO A GERMÁN EN LOS NO SANFERMINES

LA SUSPENSIÓN DE LOS SANFERMINES NO SUPUSO AYER UN IMPEDIMENTO PARA QUE, COMO CADA 8 DE JULIO DESDE HACE MÁS DE 40 AñOS, CENTENARES DE PERSONAS RECORDARAN LOS SUCESOS DEL 78 CON UNA OFRENDA DE CLAVELES ANTE LA ESTELA DE GERMÁN RODRÍGUEZ, RECLAMARAN JUSTICIA Y QUE MARTÍN VILLA SEA JUZGADO POR ESOS HECHOS

Desde las 11.00 de la mañana, la zona próxima a la estela en recuerdo de Germán Rodríguez se convirtió en un hervidero de personas que mantienen viva la memoria de los luctuosos sucesos de los sanfermines del 78, en los que el joven iruindarra murió a causa de un disparo de la Policía española. Personas ataviadas con la preceptiva mascarilla, vestidas de blanco sanferminero o no y de todas las edades fueron desfilando ante la estela para depositar un clavel en recuerdo de Germán y de todas las víctimas del 78.

La cola llegó incluso hasta las puertas del edificio de la antigua CAN en la avenida de Carlos III, en cuyos alrededores se quedaron la mayoría de asistentes para seguir el acto, que se prolongó hasta las 13.00 horas.

Entre las personas que participaron en la ofrenda floral organizada por Sanfermines 78 Gogoan se encontraba Carlos, quien destacó que «llevamos 41 años participando en este acto desgraciadamente». Como es habitual para él, «había que hacer un hueco y venir; es lo que tenemos que hacer para intentar poner fin a la impunidad».

Juzgar a Martín Villa

«Sabemos perfectamente lo que pasó, pero queremos que de una vez por todas Martín Villa pase por el juzgado para que se esclarezca del todo» y mientras llega ese momento, «seguiremos honrando a Germán y a Joseba Barandiaran y a todas las personas que sufrieron heridas en Pamplona y otros pueblos de Euskal Herria durante aquellos días», añadió.

En el mismo sentido se expresó Maribel, quien señaló que «toda la vida hemos venido a este acto y tenemos que seguir viniendo, porque no se puede olvidar lo que pasó». De la misma opinión es Lutxi, quien también es una habitual en el acto en homenaje a Germán Rodríguez cada 8 de julio en Iruñea, porque lo que sucedió en 1978 «fue un despropósito y hay que seguir recordándolo, a ver si de una vez por todas ponen en su sitio a ese sinvergüenza de Martín Villa», manifestó.

Lutxi acudió a la ofrenda floral acompañada de su nieta June, porque «el recuerdo debe permanecer vivo y tenemos que transmitirlo a las nuevas generaciones. Hay que contarles la verdad, cómo fue y cómo pasó».

Con la estela ya colmada de claveles y un panel florido con el logotipo de Sanfermines 78 Gogoan al lado, a las 13.00 horas se recordó en bertso lo sucedido hace 42 años y se reclamó justicia antes de que dos dantzaris bailaran un aurresku.

Aplazado por el covid-19

El acto en memoria de Germán Rodríguez finalizó con la lectura de un comunicado en el que también se recordó a Antonio Salinas, miembro del colectivo organizador recientemente fallecido y cuya fotografía se colocó junto a la estela de Germán.

Para estas fechas «se esperaba con impaciencia que la jueza argentina Servini ya hubiera decretado el procesamiento de Martín Villa tras tomarle declaración», se recogía en el comunicado, pero también este último trámite fue aplazado a consecuencia del covid-19.

Durante la lectura del texto se recordó, además, la trayectoria de Martín Villa que, militante de formaciones como Falange, UCD y PP, «personaliza la patraña que fue la llamada Transición» y que con su gestión en diferentes cargos políticos en los años 70 «dejó una huella asesina».

En esos últimos compases del acto en memoria de Germán Rodríguez desarrollado por la mañana se puso el acento en que «no podemos tolerar que los responsables de aquellos hechos desaparezcan sin haber sido juzgados y con sus condecoraciones», como ha sucedido con el recientemente fallecido ‘Billy el Niño’.

No fue este el único acto en recuerdo al joven iruindarra muerto por un disparo policial, ya que horas después estaban previstos varios, como el organizado por las Peñas, en el mismo lugar, a las 20.00. Para dos horas después, estaba convocada una cacerolada-batucada para mantener viva la memoria de aquellos hechos y reclamar que se acaba con la impunidad y se haga justicia.