GARA
BAIONA

Marea blanca en apoyo al chófer agredido en Baiona

Una marea blanca recorrió en la tarde de ayer la distancia que separa la parada de autobús de Balishon, en la que ocurrió la agresión, el pasado domingo, y el Hospital de la Costa Vasca, en el que se encuentra ingresado, en situación de muerte cerebral, un conductor de 58 años de edad. Una marcha multitudinaria, en la que tomaron parte representantes públicos y ciudadanos anónimos, que sirvió para trasladar la solidaridad a la familia de Philippe Monguillot.

Miles de baionarras respondieron al llamamiento realizado por la familia del conductor de autobús apaleado, el domingo, en una parada del Boulevard del BAB y que está postrado desde entonces, en situación de muerte cerebral, en una cama del Hospital de la Costa Vasca.

La invitación a celebrar una «marcha blanca» se expandió de inmediato, y tanto instituciones como ciudadanos dieron su apoyo a la iniciativa. Había pocas dudas de que la movilización sería masiva y así lo fue.

Tras un momento de recogimiento, pero también de aplauso cálido a la familia, en la parada de autobús de Balishon, la marcha recorrió los dos kilómetros que separan ese lugar, en el que flores y mensajes escritos a mano recuerdan a Philippe Monguillot, y el Hospital de la Costa Vasca, de la capital labortana, en el que está ingresado el trabajador de Chronoplus.

A la hora exacta fijada para el inicio del acto, las 19.30, y siguiendo una convocatoria de diversas compañías del sector de Transporte se guardó un minuto de silencio, en el conjunto del Estado francés, donde los autobuses pararon en señal de homenaje al chófer baionarra.

Solo después arrancó la marcha en la que, tal como había pedido la familia, los participantes acudieron con camisetas blancas. A la cabeza, la mujer del agredido, Véronique, portando un retrato en el que aparece sonriente junto a su marido, y junto a ella, sus tres hijas. «No tengo ganas de llorar sino de gritar», confesó al inicio, antes de prometer que haría justicia a su marido. El cortejo discurrió cargado de emoción y de gestos de apoyo a la familia, para concluir una hora más tarde a las puertas del hospital donde cuatro mujeres rotas de dolor dieron las gracias a los presentes abrazadas al retrato de un padre y esposo que agoniza.

Cuatro encarcelados

El procurador de Baiona, Marc Mariée, ofreció el martes por la tarde una rueda de prensa para dar explicaciones sobre lo ocurrido al conductor de autobús y detallar las acusaciones que pesan sobre cuatro de las cinco personas detenidas en relación a la agresión, y que esa misma noche ingresaron en prisión.

Dos jóvenes de 22 y 23 años han sido acusados de «intento de homicidio voluntario». Los otros dos de «omisión de auxilio», y en el caso de uno de ellos también se le reprocha «acoger a criminales» por dar cobijo a otros implicados en el ataque.

En un primer momento fue detenida una quinta persona, un menor que se encontraba en la casa en que se cobijaron estas personas, pero quedó posteriormente en libertad sin cargos.

El procurador de Baiona se declaró incapaz de «explicar el origen de un acto de extrema violencia», que se habría producido en el contexto de una discusión, mantenida por el conductor con un grupo de usuarios que no llevaban máscara ni billete.

Chloé Irigoin-Carricaburu, la abogada que ejerce la defensa de estos jóvenes, ha pedido «serenidad para que, ante un drama humano complejo, la Justicia pueda hacer su trabajo».