Daniel GALVALIZI
SANTIAGO

Feijóo repite la mayoría absoluta y el BNG triplica escaños

El presidente de la Xunta y candidato del PP revalidó su cuarta mayoría absoluta consecutiva obteniendo 41 o 42 escaños, en este último caso uno más que en 2016. El soberanista Bloque Nacionalista Galego registró una subida histórica al pasar de 6 a 19 escaños y sobrepasa al PSOE en las cuatro provincias gallegas, que mantiene sus mismos 14 diputados. La marca regional de Podemos se queda fuera del Parlamento. La Marea no baja, se diluye.

Una urna en Burela, donde se ha registrado un importante rebrote de coronavirus. (Miguel RIOPA / AFP)
Una urna en Burela, donde se ha registrado un importante rebrote de coronavirus. (Miguel RIOPA / AFP)

El PPdeG ganó con contundencia en las cuatro circunscripciones, con su mejor resultado en Lugo al alcanzar el 54,7% y el peor en Pontevedra, con 44,2%. Sus porcentajes fueron casi idénticos con respecto a hace cuatro años, salvo por una subida de un punto y medio en la provincia de A Coruña, que elige la mayor cantidad de escaños del Parlamento (25 de 75).

«Gracias de corazón, Galicia, Galicia, Galicia... por cuarta vez Galicia!”, fue la primera expresión del ganador en su cuenta oficial de Twitter, repitiendo el eslogan con el que hizo campaña, y en el que reitera tres veces el nombre oficial de la comunidad autónomica.

La candidata del BNG, Ana Pontón, supera incluso el récord del otrora líder histórico del Bloque (que en 1997 alcanzaba los 18 diputados) y acaricia el 24% de los sufragios. Casi uno de cada cuatro gallegos llevaron al BNG de su peor crisis hace cuatro años (cuando obtuvieron seis escaños) a darle ahora el sorpasso a los socialistas en Pontevedra, A Coruña y Lugo, y un empate de escaños con el PSdeG en Ourense (pero superándolo en votos), cosechando en total 19 legisladores.

Cambio radical y mala noticia

El jefe de campaña del BNG, Xavier Campos, dijo a GARA: «Es un cambio radical en el panorama político gallego y el BNG ahora es claramente la referencia de la alternativa al Partido Popular. Pero la alegría no es completa en cuanto el PP revalida su mayoría absoluta y es una pésima noticia para Galiza».

El PSOE ha registrado los mismos resultados que en 2016 y ha obtenido 14 escaños, teniendo su mejor resultado en Pontevedra con 23% y menos de 20 en las otras tres provincias. Su candidato, Gonzalo Caballero, pasará a la historia como el líder socialdemócrata que registra el peor resultado de su historia –nunca había obtenido menos de 20% y ayer apenas superó el 19%-, además de llevar a su fuerza política por primera vez en 20 años al tercer lugar y volver a ser superada por los soberanistas.

Otro de los datos destacados de la noche electoral fue el batacazo de Galicia en Comú, marca local de Unidas Podemos, cuyo desplome (no superó el 4% de los votos) barrió de un plumazo a sus 14 diputados conseguidos en 2016. Su candidato a presidente, Antón Gómez-Reino, tachó de «fracaso en toda regla» la performance electoral morada y lamentó el triunfo del PP.

La participación electoral creció en Galiza con respecto a 2016 aunque, comparada con otras regiones y países, no fue: el domingo votó un 58% del padrón, un 5,2% más que en 2016, y cerca de un 1,6 millones de gallegos.

En el centro de cómputos del PP, ubicado en la zona de San Lázaro en el noroeste de Santiago de Compostela, la primera comparecencia fue de absoluta cautela. Pasados unos minutos de las 20.00, el secretario general del PP de Galiza, Miguel Tellado, no derramó ni una gota de optimismo y se limitó a un sobrio gracias a todos los que permitieron que »en esta situación anormal se pudiera realizar unas elecciones de forma totalmente normal».

Si bien fuera de micrófono en conversación informal miembros de la cúpula «popular» señalaron que «el PP nunca festeja ni con buenos resultados antes que esté el conteo», sorprendió la sobriedad de Tellado y deseo de «suerte» al gobierno «que salga de las urnas, porque su suerte también será la de los gallegos» y también le pidió «capacidad de diálogo al futuro gobierno», mientras en las pantallas gigantes del hotel al que se habían convocado los medios aparecían las encuestas de la TV pública regional, en la que se ponía en duda la mayoría absoluta de 38 escaños para el PP (entre 37 y 40 le otorgaban). Había nervios.

Mientras tanto, a seis kilómetros al suroeste, en el tradicional restaurante galleguista A Nava de Vidán en el que se concentraba el BNG, se evitaba transmitir euforia. Fuentes del Bloque dejaban trascender que creían que el sorpasso «ya es un hecho» pero aclaraban ante la pregunta de GARA que no había alegría porque «las encuestas son sólo eso, encuestas, así que prudencia». Similar al discurso de Pontón durante la campaña, cuando los sondeos ya presagiaban que podría superar a Caballero.

Finalmente, la cautela fue sólo eso y el impacto de la encuesta de la TVG quedó atrás. El auge de la participación electoral en A Coruña y Pontevedra (las dos provincias con las regiones metropolitanas más grandes del país) no provocó más que una intriga y a las 22.30 llegó Feijóo al hotel para celebrar su victoria con los dirigentes de su formación y comparecer una vez que acabase el conteo de los votos.