Txisko FERNÁNDEZ
DONOSTIA

La reactivación del sector servicios tiró muy poco del empleo en julio

Que eliminar la celebración de las fiestas populares de verano –con los sanfermines de Iruñea como icono principal– iba a tener un impacto negativo en el empleo estival era de esperar. Lo que no cambia en estos tiempos de pandemia es que la gran mayoría de los nuevos contratos siguen siendo precarios.

Julio no fue un buen mes para el empleo en Hego Euskal Herria, como ya quedó constatado en los informes publicados el pasado 4 de agosto por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y la Seguridad Social. La reactivación económica tras el parón provocado por la epidemia del nuevo coronavirus se está materializando muy poco a poco y, aún así, no todos los sectores están pudiendo sostener ese ritmo tan lento, lo que se hace notar en la creación de empleo.

Profundizando en esos datos, el pasado mes dejó en evidencia que tampoco la contratación temporal, tan característica de la temporada estival, ha recuperado el impulso que habitualmente da al empleo.

Como se observa en el gráfico adjunto, en julio aumento el número de contrataciones respecto al mes anterior: casi 20.000 más en la suma de los cuatro herrialdes. Pero más llamativo resulta que los cerca de 90.000 contratos formalizados suponen 41.000 menos que hace un año. Proporcionalmente a su población, es Nafarroa el herrialde que más contratos “desaparecidos” registra: redondeando, son 12.000 por los 15.000 de Bizkaia y casi tantos como la suma de Araba y Gipuzkoa.

Un verano sin fiestas

Obviamente, la supresión de los sanfermines y el resto de fiestas populares en el herrialde ha marcado esta evolución negativa del mercado laboral, por lo que el sector servicios –y dentro de él, la hostelería– presenta unas cifras muy bajas en comparación a años anteriores. No obstante, la mayoría de los contratos de julio (más de 65.000 en Hego Euskal Herria) se han dado en este sector.

Pero se esperaba un tirón más fuerte, ya que bares y restaurantes salieron más tarde que la industria del parón decretado para las actividades económicas no esenciales.

Más positiva parece la evolución en la agricultura, el sector donde el empleo se ha visto menos afectado por el coronavirus, ya que la cadena de suministro de alimentos no se vio muy alterada ni al inicio de la epidemia. Por eso, sus 2.000 nuevos contratos tienen un peso relativamente mayor que los 3.300 de la construcción, aunque aquí también habría que optar por ver la botella medio llena.

La contratación en la industria no suele tener un comportamiento tan estacional, al menos en julio, y habrá que esperar a los datos de agosto para observar si este año se aprovecha este mes para “recuperar” la actividad perdida, sobre todo durante la “hibernación” de abril, y si ello se traduce en nuevas incorporaciones a las plantillas.

La precariedad, como antes

Lo que no ha variado respecto a la etapa precoronavirus es el carácter temporal de casi todas las contrataciones estivales en nuestro país. En esta ocasión, el 92,3% fueron temporales, mientras que el restante 7,7% fueron indefinidos, incluyendo los temporales convertidos en “fijos” durante el mes de julio.

También en este apartado es el peso del sector servicios el que inclina la balanza hacia el abismo de la precariedad, con el estimable apoyo de la agricultura a cuenta de la contratación de temporeros para recoger las cosechas, circunstancia que se prolongará en próximos meses.

En términos interanuales tampoco sale positiva la comparación, ya que los casi 7.000 indefinidos formalizados el mes pasado son 1.800 menos que los de julio de 2019.

Estas estadísticas se pueden completar con el reparto por sexos y grupos de edad. En el mes de julio, el 48% de los contratos fueron firmados por mujeres, mientras que el 52% los suscribieron hombres. Esa distribución se mantiene igual para temporales e indefinidos.

Más de la mitad de los contratos indefinidos (3.878) correspondieron a personas entre los 25 y 44 años, mientras que 1.975 fueron mayores de 44 años, y solo 1.070 menores de 25.

Un comportamiento similar registró la contratación temporal, ya que casi la mitad (41.484) se enmarcan en el grupo de 25 a 44 años, por 21.650 en el de mayores de 44, y 19.688 en el de menores de 25 años.

Todo esto en un mes que, según los registros de las oficinas de empleo, se cerró con 183.408 personas en paro en Hego Euskal Herria, 1.500 menos que en junio pero 39.000 más que en julio de 2019. Y la afiliación a la Seguridad Social alcanzó la cifra de 1.224.750 personas, que son 32.000 menos que las que fueron contabilizadas hace un año.

Hosteleros de Gipuzkoa alertan de «bulos» sobre precintos por covid

Ante la «propagación de bulos» en torno a precintos de locales por contagios de covid, la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa ha pedido, a la ciudadanía en general y a los medios de comunicación en particular, que no los difundan ya que «causan un daño enorme en términos de intranquilidad innecesaria entre la clientela y los empleados del local afectado». En un comunicado difundido ayer, indicó que en las redes sociales están apareciendo «listas de establecimientos afectados por covid-19 que en muchas ocasiones son erróneas», provocando «cancelación de reservas y reducción de la actividad».

Gipuzkoa Ostalaritza aconseja a sus asociados que denuncien estos casos ante la Ertzaintza o Guardia Municipal para que se investiguen esas informaciones «erróneas o malintencionadas». T.F.