Martin BEECH

El enfado es visible hasta con la cara cubierta

La reforma laboral impulsada por el Gobierno del presidente Joko Widodo –conocida como “Tolak Omnibus Law”– es rechazada por gran parte de la población de Indonesia, especialmente por sindicatos y organizaciones políticas de izquierdas. Ayer volvieron a repetirse las movilizaciones de protesta en muchas ciudades del país. En la capital, Yakarta, los manifestantes cortaron algunas de las principales arterias. “Jokowi” –que es el apelativo con el que se suele nombrar al presidente– pretende dar más facilidades al capital extranjero para crear negocios y hacer inversiones en la economía más grande del Sudeste Asiático. El crecimiento anual de su PIB se frenó en el cuarto trimestre de 2019 –registró un 4,97%, que sería una cifra elevada en la UE pero que supone su mínimo de tres años– a medida que se enfriaban la inversión y las exportaciones. Las centrales sindicales consideran que esta ley puede conllevar reducciones en sus derechos, en los salarios y en la cobertura de la seguridad social, además de fomentar un modelo de construcción no sostenible.