GARA
GASTEIZ
NUEVA MUERTE EN PRISIÓN

Hallan muerto a un preso de 32 años en la cárcel de Zaballa

Salhaketa informó ayer de que un preso de 32 años apareció ahorcado en su celda de la cárcel de Zaballa. Llevaba poco más de un mes en esta prisión y, según Salhaketa, había solicitado en dos ocasiones, mediante instancia, que le viera el sicólogo, «sin haberlo conseguido». La anterior muerte en la cárcel alavesa se produjo hace escasos dos meses.

Salhaketa informó ayer de una nueva muerte en la prisión de Zaballa. Se trata de un preso de 32 años, procedente de la cárcel de Iruñea, donde estaba ingresado en la enfermería, y que había sido trasladado a la cárcel alavesa el 4 de agosto. Estaba en el módulo 4 y sus compañeros lo hallaron ahorcado en la celda a media mañana, lo descolgaron e intentaron reanimarlo hasta la llegada del servicio médico pero, finalmente, falleció.

Salhaketa indicó que, cuando el preso llegó a la prisión de Zaballa, «solo le vio el educador», aunque él «había solicitado en dos ocasiones, mediante instancia, que le viera el psicólogo, sin haberlo conseguido».

Esta asociación entiende que se ha tratado de «una tragedia evitable que engrosa las macabras cifras de personas muertas en prisión», y denunció «la sistemática política de ocultamiento de estas muertes, sobre todo a raíz de la epidemia del covid-19. Según los datos con los que contamos, al menos 118 personas han muerto en las prisiones españolas en lo que va año». La última muerte en Zaballa se produjo hace dos meses, a mediados de julio. El año pasado fueron cinco personas en total.

«¿Por qué no se exigen responsabilidades o al menos se investigan? ¿Ocurriría lo mismo si las víctimas fueran otras? ¿Se pueden tolerar impunemente estas muertes en el seno de una institución del Estado como es el sistema penitenciario? A las familias se les informa únicamente mediante llamada telefónica, sin establecer ni siquiera un mínimo protocolo de información que proporcionar», apunta Salhaketa, que ha convocado una concentración para el próximo lunes 21 al mediodía ante la Subdelegación del Gobierno español en Gasteiz, situada en la calle Olaguibel.

Por su parte, Instituciones Penitenciarias no ofreció detalles de lo sucedido y señaló que la autopsia determinará la causa de la muerte. Además, negó que no recibiera asistencia sicológica y aseguró que al preso le vio una sicóloga de Osakidetza.

Según el organismo penitenciario, en un primer momento se comunicó telefónicamente la muerte del preso a su familia, y posteriormente el subdirector de tratamiento de Zaballa se reunió con varios familiares en la misma prisión.

Medidas concretas

Para acabar con estas muertes, Salhaketa reclamó medidas como que el Ministerio Fiscal no se inhiba e investigue de oficio estas muertes; que las direcciones de las prisiones informen con imparcialidad a las familias y no se limiten a buscar que se incinere el cadáver para poder evitar autopsias posteriores; que se faciliten a las familias todos los apoyos necesarios para poder solicitar responsabilidades civiles y penales, así como el apoyo sicosocial; que se desarrollen las medidas de sustitución en fase procesal y suspensión condicional de la condena en fase ejecutoria por el cumplimiento en programas de deshabituación de las drogodependencias; la excarcelación, de los presos gravemente enfermas; y la reforma de la legislación que alarga las condenas y restringe el acceso a permisos de salida.