Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

Pagar

Hace un par el décadas, el Gobierno presidido por Chirac optó por llenar las arcas de la administración a costa de privatizar la red de autopistas estatales durante un periodo de treinta años. Ahora, un informe realizado en el Senado reprocha la decisión de aquel Ejecutivo, estimando que más de seis mil millones de euros han dejado de ingresarse en el erario público y que, además, la rentabilidad que las sociedades concesionarias están sacando al peaje es «excesiva». Pero lejos de la autocrítica, Macron, necesitado de liquidez, impulsa ahora la privatización de las carreteras nacionales con el argumento de que paguen su mantenimiento aquellos que las usan, una lógica que no explica la privatización, porque lo suyo es inexplicable a toda lógica. Treinta años han pasado en la cárcel tres presos vascos y sin embargo continúan en prisión en una versión privatizadora de la ley según la cual la privación perpetua de libertad se aplica a determinadas personas y no a otras, y todo por un peaje que empezó cobrando Madrid y que no se sabe bien porqué aún sigue pagando París. El sábado, varios miles de personas levantaron una pared a las puertas de la subprefectura de Baiona, un muro de la vergüenza. Cierto, es solo simbólico, puede atravesarse, pero el peaje no se paga con dinero, sino con dignidad humana. Y esas arcas, en París, lamentablemente parecen estar vacías.