Koldo LANDALUZE
HIL KANPAIAK

El hundimiento de la casa Garizmendi

Tomando como referencia la novela “33 ezkil” de Miren Gorrotxategi, Imanol Rayo afronta en esta segunda experiencia en el formato largo una tragedia familiar en la que impera la ley no escrita del silencio. El hallazgo de los restos de un cadáver prenderá la mecha que derivará hacia una explosión física y emocional que se vislumbra desde el instante en el que el autor de “Bi anai” esboza con acierto el doloroso peso emocional de una familia. Siempre a distancia prudente, el espectador es testigo, desde los rincones penumbrosos del caserio Garizmendi, de las visicitudes de un clan marcado por el dolor y la desdicha. Itziar Ituño y Eneko Sagardoy soportan el peso dramático de una historia que orbita entre el pasado y el presente y que más que ampararse en el thriller, se adentra con mayor fortuna por los senderos trágicos que imaginó Edgar Allan Poe. Visualmente intensa pero a ratos excesivamente dependiente de ello, transcurre dictada por un ritmo pausado que languidece en una recta final excesivamente prolongada, lo que provoca que se diluya la fuerza de la escena en la que la casa de los Garizmendi engulle a sus fantasmas de una vez por todas.