Ion SALGADO-Asier ROBLES
GASTEIZ-BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

La situación límite de los sanitarios se hace notar en los hospitales

«Hasta aquí hemos llegado». Con este lema, cientos de profesionales se movilizaron ayer en sus centros de trabajo para exigir a Osakidetza soluciones ante una situación extrema.

Convocados por los sindicatos SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO, UGT y ESK, cientos de profesionales sanitarios se concentraron ayer ante los centros hospitalarios de la CAV para reclamar a Osakidetza «soluciones urgentes» a la sobrecarga de trabajo que sufren por la crisis sanitaria del covid-19 y por los recortes aplicados en los últimos años.

Fue una movilización que siguiendo la estela de la desarrollada la semana pasada en los centros de Atención Primaria sirvió para expresar el «enfado y hartazgo» de la plantilla de los hospitales, por la «sobrecarga sistemática» de trabajo que sufren, la falta de medios humanos y materiales con la que tienen que lidiar en el día a día, y las «condiciones extremas» en las que han tenido que desarrollar su trabajo en la pandemia.

Según explicaron las centrales convocantes, las y los profesionales sanitarios se enfrentan a «problemas estructurales que vienen de lejos, que se han agravado con el paso del tiempo y que el Departamento de Salud no ha tenido voluntad de abordar y solucionar». Apuntaron que «la actual crisis sanitaria ha agravado» esa situación, pero insistieron en que «han sido las políticas de recortes de los últimos años y el debilitamiento progresivo del sistema sanitario los que verdaderamente han lastrado la respuesta al coronavirus y los que han provocado que, también en el día a día, el personal tenga que realizar su labor en condiciones extremas».

A este respecto, criticaron que «a día de hoy, cuando la plantilla no ha tenido tiempo suficiente para descansar y recuperarse, tiene que hacer frente a su labor diaria y al trabajo derivado de los rebrotes sin los necesarios refuerzos y con la habitual escasez de medios».

«Estamos muy cansadas»

«Insostenible». Con esta palabra definió una profesional en declaraciones a GARA la situación que se vive en el Hospital Universitario de Araba (HUA), donde decenas de personas secundaron una protesta que los responsables de la OSI de Araba quisieron que no fuera recogida por los medios gráficos, aunque al final tuvieron que recular.

«Tenemos mascarillas pero las batas de los equipos de protección individual están rotas, tienen agujeros», denunció una enfermera de Urgencias, que alertó del «aumento de la presión». «Todos los días viene muchísima gente, estamos hablando de doscientos pacientes en Urgencias», destacó, y también advirtió del cansancio acumulado desde marzo. «La fuerza se va agotando. Al principio empezamos con fuerza y había mucho apoyo, pero obviamente cada día el apoyo es menor, estamos muy cansadas», apostilló, antes de incidir en que si está cansada no puede tratar igual a un paciente. «Pero lo intentamos».

Desde el Hospital de Gurutzeta, Eneko González, celador en la UCI, explicó a este diario que cada vez hay más ingresados en su unidad, aunque recalcó que aún no están sufriendo saturaciones, «a diferencia de las urgencias». «Estamos en un compás de espera –dijo–. Hay bastante afluencia de covid-19 y además, en la primera oleada se aplazaron muchas pruebas y muchas intervenciones que no tenían que ver con la covid-19 y eso hace que se acumule el trabajo».

Ese trabajador indicó que el problema no reside tanto en el material, «sigue habiendo carencias, pero bastante menos que en marzo», sino en la falta de personal. Según apuntó, hay gente de todas las categorías trabajando en puestos críticos, y «así se va paliando la situación», pero destacó que se necesita a gente que esté especializada en lo que va a hacer, «porque si no se resiente el servicio».

Sobre este asunto, los sindicatos, que han convocado una manifestación el 3 de octubre en Bilbo, señalaron que si bien «en los últimos días, desde el Departamento de Salud nos ha llegado declaraciones de buenas intenciones y eventuales medidas a cuatro años vista» Osakidetza «necesita soluciones inmediatas que no pueden demorarse en el tiempo». «Es urgente pasar de las palabras a los hechos, de las declaraciones propagandísticas a las soluciones estructurales. Deben darse pasos inmediatos en este sentido», avisaron.

Desde Gurutzeta, Eneko González describió cómo están quienes hacen frente a la crisis: «En la primera oleada pensábamos que iba a ser duro pero que iba a pasar lo peor, pero ahora vemos que se puede complicar mucho la cosa. La gente acumula muchas situaciones extremas y eso va minando, además, los refuerzos brillan por su ausencia».

 

Siete muertes más elevan a 98 los usuarios de residencias fallecidos

Las diputaciones notificaron ayer el deceso de siete usuarios de las residencias de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, de modo que el número de personas que hacen uso de estas instalaciones que han fallecido en esta segunda ola en Hego Euskal Herria es de 98, con trece muertes más en solo tres días.

El territorio más afectado es con mucha diferencia Bizkaia, donde residían también cuatro de los últimos cinco fallecidos. De esta forma, son ya 58 los usuarios que han perecido en poco más de un mes, aunque, por el contrario, continúa la tendencia de descenso de nuevos casos en esos centros.

Según indicó el Ejecutivo foral, al cierre de la jornada del jueves había en las residencias de Bizkaia un total de 83 personas mayores con positivo confirmado, quince menos que dos días antes, y otros 32 usuarios estaban hospitalizados.

Además de las personas contagiadas que permanecen en residencias o en el hospital, hay 76 afectados acogidos en la unidad especializada de carácter sociosanitario de Birjinetxe, de los que 48 son usuarios de las residencias y 28 son personas en situación de fragilidad que están realizando la cuarentena tras su ingreso hospitalario.

En Gipuzkoa, dos personas usuarias de las residencias Alai Etxe de Donostia y Santa María Magdalena de Hernani han fallecido en las últimas horas por covid, según indicó la Diputación. 23 residentes afectados por el coronavirus han muerto en este herrialde.

Por su parte, la Diputación de Araba informó de que una persona diagnosticada de covid que residía en el centro de privado Colisée Miñano había fallecido en las últimas horas en el hospital. Ya son doce los residentes alaveses fallecidos.

En Nafarroa ha habido cinco defunciones, pero la mayor afección se está dando en la CAV, y varias asociaciones de familiares de usuarios de residencias de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y el Movimiento de Pensionistas, expresaron ayer su preocupación porque esos centros «siguen sin ser sitios seguros para las personas usuarias y trabajadoras».

En un escrito conjunto, consideraron «incomprensible» que ni el lehendakari, «en su función de director del Comité de Emergencia Sanitaria», ni los diputados generales, den «una explicación pública» sobre la situación en esos centros. «Se lo hemos pedido de manera reiterada y lo seguiremos haciendo porque tenemos derecho a saber, y es imprescindible conocer lo que se está haciendo bien y lo que se está haciendo mal, para poder mejorar», valoraron a este respecto.I.B.