El viernes pasado el lehendakari, Iñigo Urkullu, anunció ante la Junta General de Socios de Elkargi que el Consejo de Gobierno aprobaría ayer las bases de un «Programa para la Reconstrucción económica y social de Euskadi» e incidió en el concepto de «Auzolana para la Reconstrucción de Euskadi».

El lunes los diarios del Grupo Noticias publicaban una entrevista con la consejera Arantxa Tapia, quien al mencionarle el uso de fondos europeos para la reconstrucción respondía: «¿Reconstrucción? Se habla mucho en Europa de reconstrucción, no me gusta. Prefiero hablar de transformación competitiva. La reconstrucción evoca a una desgracia: nos hemos quedado en cero. Pero no estamos en cero, tenemos los mimbres para ser más competitivos».

Y ayer el lehendakari, Iñigo Urkullu, la vicelehendakari segunda y consejera de Empleo y Trabajo, Idoia Mendia, y la propia consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia presentaron públicamente el “Programa para la Reactivación Económica y el Empleo de Euskadi”.

Se pasó de la «reconstrucción» que no gustaba a Tapia a la «reactivación». Se podrá preguntar alguien qué importa el nombre si lo sustancial es el contenido. Y tendrá razón, en parte. Pero es que lo que ayer se anunció en Lehendakaritza lo único que tiene de nuevo es que se le ha dado un nombre a la agrupación de partidas ya existentes en la pasada legislatura y en el presupuesto de 2020, incluso antes de la de la pandemia de covid, sea éste «programa de reconstrucción» o «de reactivación». Luego se han extendido esos planes para toda la legislatura, hasta 2024, con lo que las cifras finales quedan más ampulosas.

13.250 millones de euros

El Gobierno de Lakua anunció ayer una inversión presupuestaria de 13.250 millones durante el periodo 2020-2024 dentro del “Programa Berpiztu para la Reactivación Económica y el Empleo”, con el objetivo de la creación de 135.000 puestos de trabajo en cuatro años.

El Ejecutivo también plantea la creación de 6.000 nuevas empresas y microempresas, promover 1.000 nuevos proyectos de investigación y desarrollo, o la asistencia a 10.000 empresas industriales.

Urkullu no responde

Al lehendakari se le preguntó durante la rueda de prensa, cuántas de las inversiones anunciadas eran nuevas, previstas solo para este programa de reactivación. Explicó que el marco presupuestario se basa en las cuentas del propio Ejecutivo, pero no aclaró cuántas o siquiera algunas eran nuevas.

Tampoco quiso responder a de qué otras partidas se había detraído el dinero para llevarlo a este programa. Invitó al periodista a repasar las reasignaciones presupuestarias que se habían hecho desde marzo. Al hacerle ver que, por ejemplo, de la partida 1229 dotada con 401 millones solo se habían gastado 80 millones, respondió que de los 1.125 millones del fondo Covid se habían «gestionado más de 840 millones».

El plan juvenil como ejemplo

Durante la presentación, Idoia Mendia subrayó que el eje del empleo hace especial hincapié en el colectivo de los jóvenes y con 162 millones plantea un plan de choque de empleo juvenil para incentivar el trabajo para 27.520 de ellos.

Pues bien, en mayo, el lehendakari, Iñigo Urkullu, participó en un encuentro con jóvenes, en el que el entonces viceconsejero de Empleo y Juventud, Marcos Muro, anunció una inversión de 175 millones de euros en 2020 para un plan de choque de empleo juvenil.

Es uno de los ejemplos de cómo está construido este “Programa para la Reactivación Económica y el Empleo de Euskadi”, basado en planes ya existentes. Otros los ofreció la consejera Arantxa Tapia.

El lehendakari Iñigo Urkullu explicó que el programa se compartirá con las diputaciones, los ayuntamientos, la Mesa de Dialogo Social y la Mesa Socioeconómica. Una vez recibidas estas aportaciones se acordará el documento definitivo y será aprobado a finales de octubre en Consejo de Gobierno.