Natxo MATXIN

Despliegue de sudor, pero sin colmillo

Faltó colmillo. Es el único pero que se le puede achacar a un Osasuna que derrochó esfuerzo para estar a la altura del Eibar en un derbi en el que sobraron las florituras. Los pupilos de Jagoba Arrasate realizaron todo un despliegue físico con la idea de intentar ser superiores tanto en el juego directo que mandó en la contienda, como a la hora de hacerse con los balones divididos y las segundas jugadas. No siempre lo logró la escuadra navarra, pero tampoco le perdió la cara a un envite que, a la postre, le permite seguir sumando.

Tras saltar todas las alarmas por la desnaturalizada imagen que ofreció el conjunto rojillo frente al Levante, los dos últimos compomisos han devuelto las aguas a su cauce, al disfrutar de un Osasuna reconocible con sus señas de identidad. Podrá ser más o menos favorable el marcador final, pero el sudor no se negocia, es condición ineludible en este equipo, que ya ha pasado por suficientes episodios como para saber que, si no pone el 100% sobre el verde, se convierte en un bloque frágil y mediocre.

Tarea más complicada va a ser ganar en definición, apartado en el que ayer el equipo navarro no estuvo especialmente fino cuando se acercó a los dominios de Dimitrovic. Osasuna genera y llega al área rival, pero le está costando que esas aproximaciones se transformen en algo material en el electrónico.

Y parece que los problemas en esta faceta podrían agrandarse por la ausencia de otro de sus delanteros, si se confirman los peores presagios sobre la rodilla derecha de Jonathan Calleri. A la espera de un examen médico más en profundidad que se le vaya a realizar al atacante argentino en la jornada de hoy, todo apunta a que estará ausente de los terrenos de juego durante unas cuantas semanas, en el mejor de los casos.