El Athletic disputará el domingo en La Cartuja su séptima final desde 2009, a la que habrá que añadir en abril la de Copa de la temporada anterior. Un modelo exitoso con su particular decisión de competir con jugadores nacidos o formados en Euskal Herria. La pena es que en este periodo tan solo ha ganado una Supercopa al toparse en la mayoría de finales con el Barcelona de Messi, además de caer con el Atlético de Simeone en la Europa League. Cuando los resultados no acompañan se suscitan debates sobre la viabilidad de la filosofía del Athletic, pero el club rojiblanco siempre consigue salir a flote.

La última victoria ante el Real Madrid, vigente campeón de Liga y del torneo, tiene mucho mérito si se repara en los condicionantes con los que llegaba el Athletic envuelto en una crisis institucional y un cambio en el banquillo. La implicación de los jugadores con el proyecto ha sido determinante para ello. Un factor diferencial y un valor añadido que llena de orgullo a sus aficionados, además de demostrar que se puede competir, y ganar, de esta manera ante los mejores del mundo.

Marcelino ponía en valor tras la victoria el compromiso y la colaboración que se ha encontrado por parte de los jugadores desde su acceso al cargo. Como hizo en 2018 Garitano, ha tirado de los veteranos y le han respondido con creces. Raúl García se vistió el traje de Aduriz de la Supercopa de 2015 y se sumó a la fiesta con dos goles. El navarro tan tolo había anotado un tanto de penalti en la presente temporada y se percibía que estaba enrabietado tras la expulsión en Liga ante el Madrid y perder la titularidad en algunos partidos. Después de acabar la campaña anterior rompiendo registros con 15 goles a sus 34 años, este curso no le estaban saliendo las cosas.

Final de contrato

El navarro, reconvertido ahora en segundo delantero como acompañante de Williams, termina contrato en junio. En verano la dirección deportiva adelantó que su renovación era una prioridad, pero hasta el momento no se ha rubricado la firma. En la misma situación se encuentran otros dos de los protagonistas del partido: Balenziaga y De Marcos.

El lateral zurdo, que tuvo que ser sustituido por molestias, cumplió a la perfección en defensa y hasta se animó a subir en ataque. Como dijo Garitano en su día, con Balenziaga se puede ir hasta el fin del mundo porque no te va a dejar tirado. De una manera similar definió a un De Marcos que está rindiendo a buen nivel en banda derecha recuperado de sus problemas en el tobillo. Son de los únicos que quedan en el equipo de los que jugaron la Supercopa de 2015 y la de este año. En su caso, el director deportivo, Rafa Alkorta, dijo que tomarán una decisión sobre su futuro en el tramo final de la temporada.

Marcelino prácticamente repitió la alineación ante el Real Madrid y la única novedad fue la incursión de Dani García con Vencedor en el medio campo. El técnico preparó al Athletic para presionar arriba y también supo sufrir cuando el rival le metió en su área. La titularidad de Dani García fue un acierto. Robó el balón que propició el primer gol y ayudó a destajo y con criterio en todas las coberturas.

El rigor defensivo fue de sobresaliente y, cuando vio que el cansancio empezaba a afectar, Marcelino hizo los cambios al mismo tiempo que el Real Madrid anticipándose con piernas frescas a los movimientos de Zidane. Con sufrimiento, pero funcionó. Al igual que la apuesta por transiciones rápidas con pocos toques. Y es que el Athletic tuvo ocasiones claras para sentenciar con el tercer tanto. Una puesta en escena que rozó la excelencia y que da muestras de por dónde va el estilo de juego que Marcelino quiere implantar en el club rojiblanco.

Reconocimiento al trabajo de Garitano

Además de la alegría, en las declaraciones post partido tras la consecución del pase a la final hubo un denominador común entre los protagonistas rojiblancos: el reconocimiento a la labor del cuerpo técnico de Garitano. Desde el presidente Aitor Elizegi, pasando por el entrenador Marcelino García Toral y jugadores con peso en el vestuario como Iñigo Martínez, Balenziaga y el capitán Iker Muniain se acordaron del técnico de Derio.

El Athletic disputa la Supercopa por lograr la clasificación para la final de Copa del año pasado y Garitano se quedó sin la posibilidad de luchar por el título al ser destituido el pasado 3 de enero. En una decisión traumática y arriesgada, sobre todo, viendo el calendario que tenía por delante, Elizegi relevó en el cargo al entrenador por el que había apostado desde que accedió a Ibaigane. Tras perder en su estreno contra el Barcelona, la nieve obligó a aplazar la visita al Atlético. Unos entrenamientos de más que permitieron a Marcelino trazar el plan para ganar al Real Madrid. Aunque con matices distintos, el once y algunos patrones del equipo recordaron los primeros partidos de Garitano con el Athletic. M.A.