Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Lakua sopesa adelantar el toque de queda frente a un virus desbocado

Después de que el portavoz del Ejecutivo explicara en NAIZ Irratia que el lehendakari aboga por adelantar a las 18.00 o las 20.00 el toque de queda, Iñigo Urkullu consideró deseable que se consensuaran nuevas limitaciones horarias y de movilidad. Además, «retó» a la ciudadanía a bajar la incidencia de 300 casos, como ya había hecho en noviembre.

En una jornada en la que se rozó el millar de contagios en Hego Euskal Herria, y ante la rapidez con la que la situación está empeorando, el Gobierno de Lakua admitió ayer que está barajando adelantar el toque de queda a las 20.00 o incluso a las 18.00 horas, para no llegar a un confinamiento estricto como el que se vivió durante la primavera.

Fue el portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria, quien explicó en NAIZ Irratia que Iñigo Urkullu ha solicitado a Pedro Sánchez «dos o tres veces» que se adelante la hora. «Le gustaría que, al igual que han hecho en Francia, se pudiera establecer a las ocho o a las seis, en lugar de a las diez de la noche. Antes de llegar al confinamiento total que algunos proponen, el lehendakari cree que aún hay otras medidas que se pueden adoptar, y esta puede ser una, modificar y adelantar la orden de irse a casa», apuntó en la entrevista.

Esa opción, sin embargo, requiere el visto bueno del Gobierno español, que el 25 de octubre, dentro del nuevo estado de alarma, estableció un toque de queda obligatorio en todo el Estado entre las 23.00 y las 06.00 horas. Dejó en manos de las comunidades autónomas la potestad de adelantarlo o retrasarlo una hora, pero no más.

Por este motivo, Urkullu declaró, poco después de la entrevista, que «sería deseable que el Consejo Interterritorial propusiera, de común acuerdo con el Gobierno español y las comunidades autónomas, medidas básicas de limitación horaria de actividad y movilidad, definiendo, en último extremo, las actividades y servicios esenciales».

Está por ver si el Ejecutivo de Sánchez recoge el guante, en un contexto muy complicado en el que tanto en el Estado español como en otros puntos de Europa se están rompiendo casi diariamente récords de contagios.

Vuelve a lanzar un «reto»

En Hego Euskal Herria todavía no se han alcanzado los niveles de afección del covid de hace dos meses, cuando se llegaron a registrar más de dos mil casos en un día, pero la evolución es clara y la incidencia acumulada en el conjunto de los cuatro herrialdes es de 352,27 casos por cien mil habitantes, frente a los 231,50 con la que empezó el año.

Los datos son peores en la CAV (360,91) que en Nafarroa, que pese a sumar el jueves el mayor número de positivos en dos meses y medio, 238, sigue siendo el territorio con menor incidencia. De modo que, durante su visita al nuevo ambulatorio de Aiete, Urkullu volvió a lanzar un «reto» a la ciudadanía: «Cortar de raíz la transmisión comunitaria y bajar, cuanto antes, de los 300 casos por 100.000 habitantes». «Es posible –añadió– y es un primer paso para avanzar en el objetivo que compartimos, garantizar la salud personal y la salud colectiva. Para estar relativamente bien, la sociedad vasca deberíamos hacer un esfuerzo corresponsable todavía mayor en emergencia sanitaria por bajar lo antes posible a los 60 casos».

Lo que ocurre es que el lehendakari lanzó exactamente ese mismo «reto» a la ciudadanía el 20 de noviembre, cuando la incidencia rondaba los 700 casos e instó a reducirla a 300 como primer paso para llegar a los 60. Sin embargo, él mismo hizo caso omiso del emplazamiento, y el 9 de diciembre, cuando la incidencia era todavía de 327,28, decidió aliviar buena parte de las restricciones que habían permitido aplanar la curva.

Faltaban dos semanas para las navidades y se decidió relajar las medidas, a pesar de que la mejora se había estancado. Preguntado al respecto en NAIZ Irratia, Bingen Zupiria negó que «las medidas se suavizaran porque llegaba la navidad». «No ha sido así; en navidad hemos tenido medidas muy duras y ha estado en manos de cada uno cumplirlas o no. La mayoría de los ciudadanos las hemos cumplido y, aunque ha habido algunas excepciones, la mayoría las han cumplido de manera correcta», sostuvo el portavoz de Lakua. No explicó cómo es posible que si las medidas fueron muy duras y la mayoría las ha cumplido, la situación se haya descontrolado tan rápidamente.

Por otra parte, respecto a la vacunación, y ante las críticas porque la CAV es la comunidad que menos dosis ha administrado, Urkullu pidió que no se «confunda» a la sociedad con «debates estériles» y que la campaña de inmunización no se convierta «en una carrera que lleve a ninguna parte».

 

Bizkaia suma cuatro decesos y los casos se disparan en Bilbo

Nafarroa y Bizkaia, los dos herrialdes que mejores cifras mantenían a finales del año pasado, son los que peor han comenzado el presente, sobre todo este último, que ya es el territorio con peores datos de incidencia acumulada. Durango ha sido el último municipio en entrar en la zona roja, de modo que podría quedar confinado el lunes, pero es igualmente preocupante la evolución de Bilbo, pues ha llegado ya a sumar 400 casos por cien mil habitantes, cuando solo diez días antes, el 4 de enero, estaba en 260 casos. En el gráfico de la siguiente página se puede observar la pendiente que ha adquirido la curva en la capital vizcaina, que en los últimos siete días ha sumado un 50% más contagios que la semana anterior.

A diferencia de lo que ocurre en otros municipios, si Bilbo entrara en zona roja sería más difícil aplicar las restricciones fijadas para limitar la expansión del virus, entre otras cosas por el enorme volumen de gente que recibe a diario en metro, tren y autobús, y porque son muchas las personas que se desplazan a la villa a trabajar.

Sin embargo, esa no fue ayer la peor noticia en Bizkaia, pues la Diputación notificó cuatro defunciones entre los usuarios de las residencias, donde han detectado varios brotes importantes y hay residentes 351 afectados. I.B.