La consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, reconoció ayer que el grado de inserción laboral en Lanbide es «muy bajo», situado en torno al 4%, e incidió en la necesidad de adoptar cambios para que la ciudadanía vea Lanbide como un «servicio de empleo y no solo como un mero gestor y tramitador de ayudas, que es como creo que se visto en los últimos años».

Mendia detalló en rueda de prensa algunas de estas medidas, incluidas en el Proyecto de transición y mejora de Lanbide-Lanbide Hobetzen, entre las que figura la creación de una nueva dirección que tiene por objeto diferenciar las políticas de formación para el empleo y la gestión de la Renta de Garantía de Ingresos, que hasta ahora iban de la mano.

«Vamos a crear una nueva dirección que esté exclusivamente dedicada a atender todo los relacionado con la RGI y la inclusión social, porque creemos que la formación requiere una dedicación específica», afirmó.

La consejera avanzó la puesta en marcha de una unidad de coordinación y comunicación, ya prevista en los estatutos de Lanbide, pero que, como ella misma admitió, no se ha desarrollado hasta ahora. «Será una unidad transmisora de las directrices, información y gestión de las direcciones hacia el resto de la organización», apuntó.

Mendia explicó que los cambios en el seno de Lanbide son la antesala a la aprobación de la Ley de Empleo de la CAV que, según señaló, llegará el año que viene a la Cámara de Gasteiz. «Con esa Ley de Empleo Vasca lo que pretendemos no es solo culminar este proceso de mejora continua de Lanbide, sino también alinear todos los agentes que trabajan en el campo del empleo», aseveró.

Y marcó un objetivo que «trasciende» al ámbito de la CAV, como es el cambio del Estatuto de los Trabajadores. «Creo que necesitamos un cambio normativo que permita que los contratos laborales se den en otras condiciones», y sostuvo que los acuerdos, «aquí y en Madrid», se deben alcanzar en la Mesa de Diálogo Social.

«Creemos que ese es el campo en el que tiene que buscarse un acuerdo entre los agentes sociales y económicos que alumbre un nuevo Estatuto de los Trabajadores, que dote de garantías a los trabajadores, de papel a los sindicatos y aporte trabajadores formados y competentes a los empresarios en este siglo XXI», añadió sin reparar en que la mayoría sindical de la CAV no participa en esa mesa.