Fede de los Ríos
JOPUNTUA

Crucifixión

Salvar la Navidad era la consigna. Y la salvamos. Llegó la Navidad al Corte Inglés. Algunos no llegaron a disfrutarla pero hay que ver lo contentos que estaban los hermanos Munilla en el video-felicitación navideña colgado en Youtube. El obispo José Ignacio hacía de vaca y el párroco Esteban de burro, a la diestra y siniestra de un niño a modo de Jesusito que besaron alternativamente. Anunciaron de nuevo la buena Nueva citando a Isaías, profeta comodín de las sectas abrahámicas (Judaísmo, Cristianismo e Islam). Es lo que pasa con las profecías de carácter religioso, cada uno interpreta lo dicho por alguien hace siglos como le sale de las gónadas y el que no lo crea, hereje, traidor o liquidacionista.

Ya habíamos salvado el Verano que es como llaman ahora al turismo. Hubo muertos, sí, pero de las clases pasivas; pensionistas poco productivos la mayoría. Conservamos la industria turística de las turoperadoras y así pudimos seguir volando de un sitio a otro en bucle, sin cortapisas. Qué bonita es la libertad. Ser libres de consumir lo que nos venden. Es lo grandioso del Estado de Derecho. Sin Mercado no hay Democracia, sin Consumo no hay Mercado, ergo, sin Consumo no hay Democracia. Premisas y conclusión, veis que sencilla es la Lógica. Lógica capitalista, dirá algún tiquismiquis. De acuerdo, pero Lógica al fin y al cabo.

Ahora con dos millones y medio de infectados, sesenta mil muertos en nueve meses y con la morbilidad y mortalidad in crescendo de manera exponencial propia de las pandemias, en esto algunos llaman España de lo que se trata, lógicamente, es de salvar la Semana Santa. Como hace días salió a la luz que Endesa en los nueve primeros meses del pasado año, pandemia incluida, tuvo un beneficio neto de 1.511 millones de euros, lo que representa un aumento del 758,5% frente los 176 millones de euros del año anterior. En aras a la fiesta y la economía, bien podrían los habitantes de la Cañada Real de Madrid flagelar y crucificar unos cuantos expolíticos, actuales consejeros de las eléctricas. Sin acritud.