Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Nafarroa limita más las reuniones y cierra los interiores en la hostelería

A partir de este sábado, en Nafarroa las reuniones en los espacios privados estarán limitadas a la unidad convivencial, y los locales de hostelería solo podrán abrir las terrazas. Son las medidas anunciadas por el Gobierno de Iruñea para atajar la expansión del covid, quizá un preludio de más restricciones, pues hoy se reúne el Consejo Interterritorial.

Los peores datos epidemiológicos de los dos últimos meses, con 1.133 contagios en 24 horas, y un incremento acelerado de la presión asistencial, con nada menos que 102 nuevos ingresos en los hospitales de Hego Euskal Herria, sirvieron ayer de anticipo para las nuevas restricciones anunciadas por el Gobierno de Iruñea, y para las que se pueden aprobar hoy en el Consejo Interterritorial, donde planea un adelanto del toque de queda.

Está por ver lo que se va a decidir en la reunión telemática entre los representantes autonómicos y el Gobierno español, pero de momento el Ejecutivo navarro ya ha movido ficha para intentar atajar una situación que ha ido empeorando desde que comenzó el año, hasta alcanzar una incidencia acumulada de 382 casos, el doble de la que había el 30 de diciembre.

En una rueda de prensa convocada por la tarde, el vicepresidente, Javier Remírez, que compareció junto a las consejeras de Salud y de Economía y Hacienda, Santos Indurain y Elma Saiz, respectivamente, anunció que a partir del próximo sábado, cuando entrará en vigor lo acordado ayer, quedará cerrado el interior de los locales de hostelería, y las reuniones en espacios privados se verán limitados a una unidad convivencial.

Remírez argumentó que la evolución de la pandemia en Nafarroa «no está siendo positiva ni en términos de contagios, por el incremento que hemos tenido de la incidencia, ni tampoco en el porcentaje de positividad, y aunque la presión asistencial en los hospitales todavía es estable, estamos recibiendo en los últimos día un incremento sustancial de los ingresos».

Añadió que por todo ello y para evitar situaciones más difíciles, el Gobierno ha acordado revisar las restricciones vigentes hasta ahora. «Son medidas basadas en la evolución epidemiológica que tratan de ser selectivas, quirúrgicas y lo más efectivas posibles, aspirando que se prolonguen solo lo necesario para volver a doblegar una curva de contagios, claramente al alza en las últimas cuatro semanas», apostilló Santos Indurain.

La consejera recordó que en el pico de la segunda ola, que se produjo en octubre en ese herrialde, estuvimos «mucho peor», pero defendió que «hay que anticiparse al virus». En este sentido, destacó «los signos evidentes del alza de contagios, con influencia de la cepa inglesa», de la que habría unos quince posibles casos pendientes de confirmar, que incide en hospitales y UCIs y que ha llevado a tomar la decisión «antes de colapsar el sistema sanitario».

Al respecto, indicó que con 163 personas ingresados, 16 en cuidados intensivos, «la tendencia se insinúa de forma clara», también en defunciones, que han pasado de siete a quince en una semana, más del doble.

Pese a ello, Indurain sostuvo que no fue un error flexibilizar las medidas en Navidad, ya que, argumentó, el acuerdo se tomó en el Consejo Interterritorial, «después de las duras medidas aplicadas en octubre y después de haber bajado el nivel de riesgo». «Mirando hacia atrás haríamos otro análisis pero entonces la decisión respondió a aquellos datos», añadió, y destacó que a mitad de navidades decidieron no flexibilizar la segunda parte de las fiestas. Resulta inverosímil que ni en su Departamento ni en el seno del Consejo nadie cayera en la cuenta de lo que iba a acarrear un alivio de las restricciones, en unas fiestas caracterizadas por el contacto social y la movilidad, algo que además pusieron de manifesto en aquellas fechas epidemiólogos y profesionales sanitarios, que advirtieron de lo que iba a ocurrir.

Bilbo ya está en zona roja

Aun así, se levantó buena parte de las restricciones, con las consecuencias conocidas, tanto en Nafarroa como en el resto de los herrialdes, donde la situación es aún peor. Sobre todo en Bizkaia, que el lunes registró 530 nuevos contagios, y tiene una incidencia acumulada de 459 casos por cien mil habitantes. Mayor es la de la capital, Bilbo, que con 506 casos ya está en zona roja, de modo que el viernes deberá confinarse perimetralmente y cerrar los establecimientos hosteleros.

Con la incidencia de Gipuzkoa (385) y Araba (393) solo algo por debajo, la titular de Salud, Gotzone Sagardui anunció que esta tarde, en el Consejo Interterritorial, pedirá que las comunidades puedan adoptar «todo tipo de medidas» con «inmediatez».